El centro agroforestal de Boqueixón amplía un 57 por ciento las plazas de su residencia

José González, conselleiro del Medio Rural, realizó una visita técnica a las obras del Centro de Formación e Experimentación Agroforestal, CFEA, de Sergude (Boqueixón), que acaba de finalizar la primera fase de sus actuaciones de acondicionamiento (ampliación de la residencia y nuevo inmueble). Y lo hizo junto al director de la Axencia Galega de la Calidade Alimentaria, José L.Cabarcos; el director de la Axencia Galega da Industria Forestal, Jacobo Aboal; y del alcalde de Boqueixón, Ovidio Rodeiro. 

En este recorrido también participó el propio director del centro, Juan Carlos Ferreras, además de Magdalena Portela, Jorge Salgado y Celso López, arquitectos responsables –junto a César Portela– de esta fase del proyecto, que incluyó la reforma de la actual residencia de estudiantes y la construcción de un nuevo edificio. Esto permite la potenciación y mejora de las instalaciones, además de incrementar el número de plazas de la residencia, pasando de 52 a 82 para poder responder a la demanda existente en consonancia con la oferta del centro.

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 Tanto el nuevo edificio como las instalaciones remodeladas responden a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. Ambas edificaciones cuentan con una fachada ventilada en madera gallega, en el marco de la apuesta del Gobierno gallego por la utilización de este material en la construcción.

El CFEA de Sergude ronda los 140 alumnos de ciclos formativos, concretamente, cursando el grado superior de Gandaría y asistencia en sanidad animal y el grado medio en Aproveitamento e conservación do medio natural, ambos en régimen común presencial. También en el grado medio de Produción agropecuaria (común presencial) y el grado medio en Produción agroecolóxica (régimen modular de personas adultas en la modalidad presencial). 

González recordaba que la meta es crear una especie de “espello do rural galego”, un espacio que propicie una visión global de lo que constituye este entorno desde el punto de vista agropecuario, forestal u hortofrutícola, comenzando en la primera fase por la mejora de las instalaciones formativas y las residenciales. 

Este año se terminará el trabajo técnico de arquitectura de la nueva fase del proyecto, con una previsión presupuestaria de 5 millones de euros, que permitirá construir un nuevo edificio y completarlo con un lucernario. El pazo de Quián y su entorno (que cuenta con una superficie de alrededor de 100 hectáreas) se convertirán en el futuro en una reproducción visitable del rural.