Las comarcas de Muros, O Sar y Noia encabezan la presencia del peligroso radón en sus inmuebles

Por municipios, Rois tiene la mayor incidencia en el entorno compostelano, seguido del Ayuntamiento de Teo y el de A Baña

No se ha encontrado rastro en casas de Touro, Zas, Catoira, Cuntis, Camariñas, Carnota, Cee, Corcubión, A Laracha, Laxe y Frades

Uno de los dispositivos que se ubica en los inmuebles para medir la presencia de gas radón

Uno de los dispositivos que se ubica en los inmuebles para medir la presencia de gas radón / USC

La presencia de radón en medidas superiores a 300 bequerelios (Bq) afecta al menos a 45 municipios de la comarca compostelana. Se trata del nivel en el que los expertos abogan por tomar medidas, ya que la presencia de este gas está asociada al cáncer de pulmón. Y lideran la incidencia por comarcas la de Muros, con más de 300 Bq en el 30,61% de los hogares sometidos a estudio, seguida por la de O Sar (29,63%) y la de Noia, con el 26,01%, siempre según datos del Laboratorio de Radón de Galicia. 

Ya en el ámbito municipal, están a la cabeza ayuntamientos como el de A Baña, donde rebasaron este nivel el 38,46 por ciento de los 26 inmuebles y negocios analizados, así como el 37,84% de los 37 revisados en Brión; el 33,33% de los 18 de Dodro; el 36,63% de los 11 sujetos a análisis en Malpica; el 35,71% de los 42 de Muros; el 32,8% de los 125 de Outes; el 38,7% de los 230 de Teo; y el 37,5% de los 8 de Moraña. La palma se la lleva Rois: allí se midieron los niveles en 22 casas, superando los 300 bequerelios el 40,91% de ellas.

El radón puede entrar en una vivienda desde el subsuelo (está asociado a presencia de masas de granito) a través de grietas en los pisos; juntas de la construcción; espacios en pisos suspendidos; los que están alrededor de las cañerías; cavidades en el interior de las paredes e, incluso, a través del suministro de agua, según divulgan los técnicos de la empresa dedicada a medir Radiansa Consulting.

CERO. En otros concellos de la comarca analizados por el Laboratorio de Radón, por contra, el tanto por ciento de inmuebles afectados es de cero, caso de Touro, Zas, Catoira, Cuntis, Camariñas, Carnota, Cee, Corcubión, A Laracha, Laxe y Frades, mientras que la presencia del gas no alcanza el 10% de los inspeccionados en Arzúa, Vila de Cruces, Ordes, Carballo, Lousame, Melide, Tordoia, Trazo y Val do Dubra.

Tienen entre el 10 y el 30% de incidencia las casas revisadas en Ames (concretamente, el 18,75 por ciento); el 20,69% de las de Boiro; el 10,53% de las de Boqueixón; el 25% de las de Portas; 14,29% de las de Cabana; el 20% de las de Coristanco; 20% de las de Fisterra; el 11,76% de las de Mazaricos; el 25% de las de Dumbría; el 14,29% de las muxianas; el 11,43% de las de Negreira; el 17,91% de las noiesas; el 16% de las orosanas; el 21,95% de las padronesas; el 13,04% de las de O Pino; el 12,20% de las de A Pobra; el 25% de las de Ponteceso; el 14,81% de las rianxeiras; el 12,73% de las de Ribeira; el 11,11 de las de Santa Comba; el 29,41 de las de Vedra; el 18,18% de las vimiancesas; el 17,86% de las de Caldas;el 12,17% de las estradenses; el 10,13% de las de Lalín; el 26,67% de las de Pontecesures; y el 13,04 por ciento de inmuebles analizados en Silleda. 

Hay que recordar que fue Alberto Ruano, investigador de Cretus y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la USC, quien, junto a sus compañeros del Laboratorio de Radón de Galicia avalaba los datos tras las 6.080 mediciones en viviendas gallegas. Y el mapa muestra que este gas está presente en altas concentraciones en el 70% de Galicia, donde el 18% de los hogares superan los límites recomendados por la OMS.

VALORACIÓN. El citado catedrático de la USC e investigador del Centro de Investigación Interdisciplinar en Tecnologías Ambientales asegura que la presencia de radón en los distintos municipios de Galicia es “estable, a menos que se ejecuten mejoras en los inmuebles”. Y es que, afortunadamente, el problema tiene una solución relativamente sencilla, que consiste “en aislar el suelo, con una solera ventilada; con láminas antiradón; sistemas de presurización y arquetas de succión”, apunta.

Otro factor positivo es que las normas de construcción que hoy rigen en los edificios modernos “obligan ya a que toda vivienda esté protegida de este gas, pero también en las que cuenten con modificaciones estructurales”, apunta el investigador. Y, evidentemente, para detectar la incidencia, Ruano recomienda contactar con “un laboratorio acreditado”. Además, quiere dejar claro que los mapas elaborados “dan una orientación, pero sólo la medición efectiva puede ofrecer el dato concreto” en cada caso. 

“En A Coruña hay más posibilidades de encontrar este gas en la zona sur, como en O Sar o Barbanza”, pero también en el entorno de Santiago, con alta incidencia “en la zona del Monte Pedroso”, continúa la misma fuente. Y, al hilo, aplaude iniciativas como la del Ayuntamiento de Teo, “que financió mediciones con nuestro laboratorio, que, por supuesto, está acreditado para ello, y pueden tener carácter legal incluso fuera de España”. Por ello, anima a los concellos a dar un paso adelante y contar con datos más concretos a través de su labor.

Ruano acaba precisando que “las provincias de Ourense y Pontevedra tienen mucha proporción de radón, y hay menos en Lugo”, pero según el Consejo de Seguridad Nuclear (este gas es radiactivo), “el 70 por ciento del territorio gallego tiene posibilidades” de sufrir su incidencia en mayor o menor medida.