Priorizan la reforma de las curvas mortales de Amarelle y Padreiro entre Xallas y Coristanco

El presidente de la Diputación coruñesa, Valentín González Formoso, y el regidor de Santa Comba, Alberto Romar, mantuvieron una reunión para analizar la situación de la carretera provincial DP-2904, que une la capital xalleira con Coristanco, y que acumula decenas de salidas de vía y accidentes, algunos mortales. Este vial, de 18 kilómetros de longitud, presenta un trazado sinuoso y con numerosas pendientes que le ha valido el calificativo de la carretera del mareo, y a lo largo de las últimas décadas ha sido objeto de numerosas reivindicaciones por parte de políticos y usuarios, pero sin que apenas se hayan traducido en intervenciones puntuales.

Así, en la reunión, Formoso le avanzaba al regidor xalleiro el compromiso de la Institución provincial para acometer una actuación por fases con la prioridad de estudiar la mejora de al menos dos auténticos puntos negros. Uno es el del km 17, en el desvío hacia Amarelle, y que por ejemplo fue marco de la salida de vía de un camión de transporte de combustible en 2002, vertiendo varios miles de litros de fuel al regato Abelleira, o del fallecimiento de un motorista en 2008 a pocos metros, sin olvidar las decenas de accidentes y vuelcos registrados. “Trátase dun punto especialmente perigoso, para o que se analizará a viabilidade dun trazado alternativo”, argumentan los técnicos

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CERCA. Pero hay más, porque otro de los enclaves sobre los que se acordó actuar es el de curvas ubicadas en las inmediaciones de Almacenes Recarey, a un par de kilómetros de distancia de la anterior zona citada, y la altura de Padreiro, Santa Comba. Según explicó Valentín González Formoso, “a actuación sobre este punto, situado no quilómetro 15 da vía, ocuparía o segundo lugar na orde de prioridades da Deputación á hora de acometer melloras na seguridade viaria da DP-2904”.

En esta vía provincial, de cualquier modo, hay más tramos con curvas especialmente cerradas. Así, y si bien las más peligrosas están en el citado trecho, entre los kilómetros 14 y 18, al pasar Castriz, ya en el Ayuntamiento de Coristanco, también existen grandes pendientes y arcos de trazado muy cerrado en un itinerario sumamente tortuoso. 

Además, en buena parte de su recorrido no existe iluminación, lo que dificulta aún más la conducción por la noche, encontrándose los conductores con inesperadas curvas cerradas. Supone, sin embargo, uno de los viales más usados para unir Bergantiños con la comarca del Xallas, pero también la de Barcala y, por supuesto, la Ría de Muros e Noia.