Abre el restaurante Brandal para completar la oferta del Scala

Cuando hace treinta años Manuel Vidal decidió abrir el hotel Scala en la parroquia padronesa de Pazos posiblemente ni se imaginaba que su empresa sería toda una referencia en el sector. Con 200 habitaciones y un restaurante con capacidad para 2.500 personas, pronto se convirtió en un lugar a tener en cuenta para cualquier tipo de celebración. Y, de hecho, son muchos los vecinos de la comarca que celebraron fechas importantes en algunos de sus salones.

Con el empuje de la segunda generación el negocio creció y buscó nuevos horizontes. Llegó el Pazo de Arretén, un espacio exclusivo para eventos construido en el siglo XVI y rodeado de viñedos y naranjos que además tiene mucha importancia en la infancia de la escritora Rosalía de Castro, ya que vivió allí.

No tardaría en abrirse el Asador O Pazo que, a base de sacrificio y, sobre todo, de un excelente trabajo, se convirtió en todo un emblema que luce en su fachada la distinción del Sol de Repsol conseguido hace apenas tres años y la recomendación de la prestigiosa Guía Michelin.

Poco a poco fue perfeccionándose con Óscar Vidal al mando de los fogones y Manuel Vidal vigilante en la sala. Hoy en día sirve sobre todo un menú-degustación compuesto por catorce pases y de nombre Rescaldo, que tiene como principal característica que todos los platos, incluso los postres, se elaboran en la brasa. Su búsqueda de la excelencia es tal que acaban de incorporar a su cocina dos parrillas más para poder trabajar con más tipos de leña.

Mientras, en el hotel se sigue trabajando con un comedor que sirve un menú del día y al mismo tiempo cuenta con una carta básica que se podría llamar de picoteo.

La familia Vidal detectó que con la perfección del Asador O Pazo y un precio en consonancia con su ambiente y sus platos y con el servicio del menú del día y esa carta de snacks dejaron vacío en el hotel un nicho de mercado para aquellas personas que estén dispuestas a gastar en torno a cuarenta o cincuenta euros en una comida.

Por eso decidieron abrir en el mismo hotel Scala el restaurante Brandal que se estrenó este sábado recuperando parte de aquella carta que marcó el camino del éxito del Asador O Pazo.

Sus clientes podrán volver a disfrutar de unos entrantes en los que destacan algunas originalidades, como las croquetas de gambas al ajillo o la tortilla de cocochas de merluza, que no restan valor al jamón ibérico a su queso San Simón a la parrilla con almendras.

Pero si algo destaca en su carta son sus chuletones y entrecots de ternera o vaca y otras carnes cuya trazabilidad figura en la carta para despejar cualquier tipo de duda sobre su origen.

Y seguro que el pulpo a la brasa, los medallones de rape con queso de tetilla o su bacalao a la brasa con cebolla caramelizada volverán a brillar en la mesa como antaño.

Con un comedor dispuesto para 48 comensales, el restaurante Brandal ocupa el hueco que quedaba en la oferta gastronómica del hotel Scala, que ahora podrá ofrecer a sus clientes los mariscos de la ría con sus almejas a la sartén, las navajas o las volandeiras y algunas especialidades, como los arroces o la lamprea tan típica de la comarca de O Sar en esta época del año.

Su cremoso de queso con galleta rota y frambuesa o su coulant de chocolate con helado de pistacho volverán a hacer las delicias de todos cuantos acudan a este emblemático establecimiento padronés que recupera con el restaurante Brandal parte de esa esencia marcada por el producto de calidad que lo mantiene en la élite de la oferta gastronómica.