Mirotic quiebra la resistencia de un Obradoiro que mantuvo el tipo hasta el final del partido

El Monbus Obradoiro no pudo dar la sorpresa en el Palau Blaugrana pese a competir a buen nivel ante un Barça, liderado por Mirotic, que necesitaba el triunfo para acudir el domingo a Vitoria para afrontar un encuentro clave para mantener la primera plaza. El jugador hispanomontenegrino, tal vez en su mejor actuación del curso, resultó determinante, con unas cifras de escándalo: 27 puntos, 10 rebotes y 40 créditos de valoración en apenas 21 minutos de juego. Blazevic, en el inicio, y Robertson y Westermann con el partido avanzado, fueron los mejores recursos del conjunto santiagués, que dijo adiós, tras perder en el Palau, a sus remotas aspiraciones de entrar en el playoff y complica sus opciones de plaza europea. Dos meses sin ganar fuera de casa y un solo triunfo en los seis últimos compromisos limitaron sus posibilidades de entrar en la puja por el título.

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Moncho Fernández, un maestro de la táctica y de tender trampas a los rivales, planteó de inicio una defensa en zona en una jornada en el Palau en la que los niños, desde para dar las alienaciones hasta para interpretar el himno del Barça, fueron los protagonistas. Pronto abandonó el técnico santiagués la idea de la zona -mantuvo defensas alternativas- y la pista Vicedo, tras cometer su segunda falta personal en menos de tres minutos. Siete puntos seguidos de Blazevic, con un 2+1 incluido, dieron al Monbus Obradoiro sus primeras ventajas (6-9). 

Como en el encuentro en Sar, al conjunto de Jasikevicius, que perdió pronto a Vesely pronto por problemas físicos, se le atascó el lanzamiento exterior, con un 0 de 6 triples en el primer cuarto. Sin estrenarse en esa faceta, el conjunto azulgrana, con Mirotic como referencia con cinco puntos y cuatro rebotes, volteó el resultado y Moncho Fernández detuvo el partido (13-12, min. 6). Resultó efectivo el parón, que dio paso a un 0-7, con cinco puntos de Robertson (13-19). Una canasta de Guerrero ayudó al conjunto compostelano, que supo cerrar bien el rebote defensivo, a mantener la renta al final del primer cuarto.

Kalinic, después de once minutos y medio, anotó el primer triple del cuadro barcelonés, que pasó a defender en zona ante un Obradoiro errático en ataque y que tardó casi tres minutos y medio en anotar en el segundo cuarto. Blazevic, pletórico, rompió el mal fario. El pívot lituano volvió a encestar y replicó Mirotic con un triple para empatar el duelo (25-25). Robertson y Abrines demostraron su puntería desde fuera del arco y un mate de Nnaji, asistido por un Mirotic que volvió a demostrar fundamentos y buena mano, ayudó a dar la vuelta al marcador al cuadro azulgrana (32-29). El propio Nnaji, impecable en la intimidación y para proteger la zona, colocó un tapón colosal a Robertson, aunque el escolta canadiense se desquitó con un nuevo triple antes de que Jasikevicius ordenara un tiempo muerto para diseñar la última acción previa al descanso, que le salió a pedir de boca: enceste de tres puntos de Abrines sobre la bocina (35-32). 

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El Barça, con un Mirotic supremo, destapó el tarro de las esencias tras el intermedio y disparó la ventaja a los dobles dígitos. Quince puntos, sin fallos en los lanzamientos, del jugador hispanomontenegrino y un par de triples de Abrines abrieron una brecha que, pese a los denodados esfuerzos de Robertson, Westermann y los hermanos Scrubb de mantener al Monbus Obradoiro en el encuentro, resultaron letales. Jokubaitis, con una herida en la ceja tras un golpe involuntario de Guerrero, tuvo que dejar momentáneamente el partido, que, al final del tercer cuarto, parecía casi decidido (68-50).

Pero nunca conviene enterrar antes de tiempo a los pupilos de Moncho Fernández, que, con un 0-9, revivieron. Westermann, desde la esquina, alimentó las esperanzas del Obradoiro (71-60). Pero en su retorno a la pista, Jokubaitis resultó vital y con una canasta y una asistencia volvió a estirar una renta que nuevamente Westermann, replicando canasta, no quiso que creciera (75-65). Zurbriggen se entonó y un triple suyo (84-77) metió el miedo en el cuerpo a Jasikevicius, que ya había devuelto a la pista a Mirotic, inédito en el último cuarto. Kuric y Sanli allanaron el camino al triunfo l ocal y aún hubo tiempo para que Santi Paz, que había debutado con el primer equipo obradoirista en la victoria de la primera vuelta ante el Barça en Sar, estuviera casi un minuto en la pista.