Obradoiro

Moncho Fernández se marcha del Obradoiro a coste cero al existir una claúsula en su contrato

La continuidad del Alquimista estaba condicionada a estar entre los catorce primeros clasificados, lo que situaría a los compostelanos en puesto de competición europea

Moncho Fernández se irá del Obradoiro sin suponer coste alguno para el conjunto compostelano

Moncho Fernández se irá del Obradoiro sin suponer coste alguno para el conjunto compostelano / Jesús Prieto

Moncho Fernández sale a coste cero del Monbus Obradoiro. La separación no repercutirá en las arcas de la entidad compostelana, dado que el segundo año de contrato con el Alquimista de Pontepedriña estaba condicionado a una serie de requisitos que no se han cumplido y, por lo tanto, el club le comunicó al entrenador que finalizaba la vinculación.

Con el descenso a la LEB Oro, comienza un proceso en el que se debe trabajar en planificar la próxima temporada. El primer paso ha sido resolver el futuro de Moncho, quien renovó en el pasado verano con un contrato de dos años, estando el segundo sujeto a una serie de claúsulas. En el mismo, figuraba que el equipo debía clasificarse entre los catorce primeros para aplicar la extensión, buscando una plaza europea.

En el apartado económico, la continuidad de Moncho en los banquillos venía acompañada de un aumento en su salario. Para la temporada 2023/2024 se estipuló que el técnico cobraría 180.000 euros, mientras que en caso de cumplirse las condiciones para la 2024/2025, el Alquimista pasaría a percibir 190.000 euros por sus servicios.

Al no haberse cumplido la condición de quedar entre los catorce primeros, el segundo año del contrato no se aplicaba. Tras el descenso, desde la cúpula del Obradoiro se prefirió esperar unos días para estabilizar todas las emociones antes de comenzar la toma de decisiones después del duro varapalo. Una vez que ese proceso terminó, era el momento de comenzar a mover ficha. El club, al no cumplirse la claúsula de extensión de contrato, decidió comunicarle al técnico que finalizaba el vínculo y que no seguiría en el banquillo de Sar.

Raúl López, el capitán del barco

A partir de ahora, el Obradoiro comienza una nueva etapa y quien no se baja del barco en los momentos más tormentosos es Raúl López, la figura que tiene entre ceja y ceja sacar el equipo a flote y devolverlo a la Liga Endesa lo antes posible. Un gran esfuerzo para el presidente, tanto en el plano económico como en el personal, tras lo duro que le resultó afrontar el descenso.

Raúl López alzaba los brazos hacia el obradoirismo mientras lloraba tras el descenso

Raúl López alzaba los brazos hacia el obradoirismo mientras lloraba tras el descenso / Jesús Prieto

La preocupación en el obradoirismo, en relación a las grandes incógnitas, contemplaba la duda de si la figura de Raúl López seguiría o no. El mandatario del conjunto compostelano confirmó su continuidad al frente de un proyecto que, por muchos años que pasen, sigue emocionando e ilusionando al presidente como cuando pisó Sar por primera vez.

La realidad es que el día del descenso fue duro para todos, incluido para el máximo dirigente de la entidad compostelana. Bajó desde el palco a la pista, acompañado de los miembros del consejo de administración. Las lágrimas recorrían su rostro mientras alzaba los brazos lamentando que el equipo no siga en ACB, ante un obradoirismo que compartía el mismo dolor con él.

El golpe fue duro para todos y, especialmente, para Raúl López. La duda de si el presidente continuaría en el club se gestaba entre los aficionados. También la preocupación en el plano presupuestario, porque si algo ha destacado en la labor del empresario dentro del club ha sido el esfuerzo económico que ha realizado para que Santiago disfrutase de la ACB.

La calma tras el descenso ayudó a que las emociones cesasen en intensidad. El presidente lo tenía claro, el Obradoiro era el otro proyecto de su vida junto a Monbus y si el equipo bajaba, él lo haría también. Pese al dolor, llegó la fuerza suficiente para tomar la decisión. Raúl López va a seguir al frente.

Cualquier camino que hubiese tomado el empresario sarriano sería entendible para la cúpula del club tras un año que ha producido tanto desgaste. Porque el máximo dirigente del Obradoiro no pudo escapar a esa situación. Asumió parte de las labores de la figura del director general durante esta temporada, tareas en las que le respaldaron parte de los miembros del consejo de administración.

Además del trabajo extra que tuvo su figura, también estuvo la gran apuesta económica realizada por él y el resto de miembros de la cúpula del Obradoiro. El presupuesto de esta campaña aumentó a algo más de cuatro millones de euros. Pero por si fuese poco, en las horas bajas fue necesario rascarse los bolsillos para traer fichajes y tratar de salvar la temporada cuando el equipo se encontraba coqueteando con el descenso. El club se reforzó con jugadores que resultaron ser clave pese a la pérdida de categoría.

Ahora se presenta otro camino que no será nada sencillo y que será un gran reto. El Obradoiro jugará en LEB Oro, pero ahora toca trabajar con más ilusión para pelear por el regreso del equipo a la ACB. Lo más importante es que la entidad compostelana no perderá su músculo económico, del que precisará en esta categoría, donde mínimo harán falta dos millones de euros de presupuesto.