La iniciativa para retrasar el uso de los teléfonos con acceso a internet entre los más pequeños hasta los 16 años crece por momentos. Los expertos siempre han alertado de sus consecuencias y ahora las familias se están organizando en una marea cívica que busca acciones concretas. Todo comenzó en Barcelona y se ha extendido por todo el país. Ya son miles los padres y madres que se han sumado.