Éxito, humildad y amor a la tierra definen a estos Gallegos del Año

Expresando su orgullo por ser gallegos, así recogieron ayer sus galardones todos los premiados.

Distinguido en noviembre, el restaurador y empresario José Rumbo agradeció al Grupo Correo Gallego el galardón, así como "o gran labor que fai pola nosa cidade". Tampoco se olvido de su mujer, Margarita, "sen quen nada tería feito", ni de su familia, "os meus colaboradores e amigos, porque eu tamén son produto deles e, como consecuencia, este premio ten que ser necesariamente compartido".

Rumbo aprovechó la ocasión para hablar del emprendimiento, "do pequeno empresario creador de riqueza e de emprego", y de la necesidad "da sa competencia e da colaboración no sector para avanzar todos e para manter a restauración como un dos primeiros recursos de Compostela. Trátase dun esforzo necesario, pero tamén un camiño onde é preciso que a Administración nos acompañe, con apoio e tamén con esixencia", sentenció Rumbo.

La actriz Nerea Barros, Goya 2015 a la mejor actriz revelación, se sintió orgullosa de recibir un premio en su ciudad, y se acordó de los que la ayudaron en su camino, como su representante, su madre o sus hermanos, y dedicó el premio al audiovisual gallego. "Se estou aquí é por moita xente", dijo. Además, dio las gracias a EL CORREO GALLEGO por haberla apoyado siempre a lo largo de su carrera como actriz, y se despidió con un enérgico "viva Galicia".

Por su parte, el también actor Javier Gutiérrez se mostró "muy honrado y feliz por este importantísimo reconocimiento. No solo a título individual, sino porque premiando a actores también se premia a la cultura. Una cultura vilipendiada e injustamente maltratada por los diferentes gobiernos y administraciones en los últimos tiempos". El intérprete dedicó el galardón a "todas aquellas personas que necesitan del arte para seguir viviendo y creciendo, porque, como diría Lorca, un pueblo sin cultura si no está muerto, está moribundo".

El arquitecto César Coll se centró en su terreno y dijo "que es difícil imaginar un lugar y un momento más atractivo para construir como Santiago de Compostela", y compartió su premio con "todos aquellos que desde el inicio del proyecto, hasta el final de la construcción, participan en un esfuerzo que se resume en la propia satisfacción por el trabajo realizado. Quiero pensar que este premio refleja para todas las personas que hemos participado durante estos años, el haber estado a la altura de las circunstancias, a las que una ciudad como Santiago obliga".

El director del Museo do Ferrocarril de Galicia, Luis Blanco Gómez, agradeció el premio con un extenso discurso plagado de anécdotas e insistió en que "en Galicia tenemos unos de los mejores museos de ferrocarriles de España".

Jesús González Vázquez, presidente de Ternera Gallega, recalcó que era todo un honor recibir este galardón. "Significa o recoñecemento do traballo e bo facer dos gandeiros galegos, así como do esforzo da nosa industria cárnica, para producir e seguir poñendo no mercado unha das mellores carnes de vacún da Unión Europea". También dijo que este premio tiene que suponer "un aldabonazo para que a sociedade e os gobernos se acorden dos gandeiros de carne".

Juan Cuevas, expresidente del Real Aero Club de Santiago, se mostró muy agradecido por esta distinción y habló de la importancia y la suerte de sentirse querido. "Todos nós somos froito do amor ou do erro dos nosos ancestros. E vimos ao mundo para errar e para querer. Queremos sentirnos queridos. E se nolo din, mellor. Isto é o que fai hoxe o Grupo Correo Galego con nós. Estanos a dicir, querémoste. Querémosvos".

La decana de la facultad de Matemáticas de la USC, María Vitoria Otero, hizo hincapié en que la distinción "é para toda a facultade de Matemáticas", a la vez que realizó una reflexión sobre la huida de cerebros del país. "Podedes deixalos marchar ou retelos para que contribúan ao desenvolvemento do país", dijo Vitoria Otero.

Bartolomé Pidal, presidente de Nortempo, hizo extensivo el galardón "a todas las personas que me acompañan y me han acompañado a lo largo de mi trayectoria profesional". También se lo dedicó a su mujer y a sus hijos.

Francisco Gómez-Ulla, catedrático de Oftalmología, agradeció el premio y recordó que "es mérito de muchas personas. De los maestros que me han precedido, de los médicos que trabajan conmigo y son mi continuación, así como del personal sanitario y administrativo que está a mi alrededor". Tampoco se olvidó del CHUS y de la USC, "instituciones en las que me he formado, a las que he servido y seguiré allá donde me encuentre".

Dedico la distinción "a mi mujer Encarnita y a mis hijos. Ellos se lo merecen tanto como yo por todas las horas que les he robado y todos los momentos que no les he podido dedicar".

La joven Rosalía Gómez Lasheras aseguró sentirse "dobremente privilexiada polo premio", y por poder agradecerlo como mejor sabe, tocando una pieza en su piano. "Quero compartilo coa miña naia, cos meus amigos, e coa familia do meu pai, el foi sen dúbida o mellor galego", dijo.