Una plantilla heroica que mantiene vivo e insufla esperanza al diario de Santiago

Fue el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, quien hizo entrega del galardón a los dos representantes de los trabajadores: el más veterano de la casa, José Ricart Ríos, con 41 años de antigüedad a sus espaldas; y Ángela Precedo, licenciada en Xornalismo en la USC y una de las últimas incorporaciones.

“El 1 de marzo de 1977, con solo 17 años, entré a trabajar en EL CORREO GALLEGO, y aquí sigo”, recordó José Ricart durante su discurso. Con nostalgia, habló de “inmunerables experiencias, unas buenas y otras no tanto”, vinculadas a esta emblemática cabecera. “El periódico se imprimía en aquel momento en la calle Preguntoiro, en una rotativa alemana de 1906, que duró hasta 1984. Se llamaba Fe. Lo que hoy necesitamos”, afirmaba Ricart.

Eran tiempos duros para un nuevo periódico que luchaba por abrirse paso en el mercado. En aquel momento, según apuntó, EL CORREO apenas tenía lectores más allá de Padrón. Y, “sobreviviendo a los fantásticos cambios tecnológicos y a mil y una peripecias”, hoy se distribuye en toda Galicia, con una audiencia online dispersa por 194 países de los cinco continentes.

Pero, con los pies en la tierra, destacó que después de ese “auge”, ahora “sufrimos depresión pandémica”. “Todos queremos creer que vendrán tiempos mejores y eso es por lo que luchamos”, resaltó Ricart.

No sin antes agradecer tal gesto de “cariño” de la empresa hacia sus trabajadores, “como parte inseparable de ella”. “Ojalá que las muchas gestiones en marcha se resuelvan bien para que la felicidad sea completa”, deseó el también representante de los trabajadores en el consejo y el comité de empresa.

‘El periodismo es el mejor oficio del mundo’, tal y como dice la célebre frase pronunciada por Gabriel García Márquez. “Es una vocación y no un trabajo”. Así arrancaba la periodista Ángela Precedo sus palabras tras recibir el diploma en representación de sus compañeros.

Aseguró que, “para los profesionales que formamos parte de EL CORREO, la mayor motivación es seguir aprendiendo algo nuevo cada día y tratar de comunicárselo de la mejor manera posible, con rigor y transparencia, a los miles de lectores que confían en nosotros”.

Tal y como afirmó, se trata de una deuda con aquellos que ayudaron a esta empresa a cumplir los 144 años que tiene ya, superando por medio pandemias, guerras mundiales y crisis de todo tipo.

Precedo evidenció que el camino “es cada vez más difícil”, sobre todo para los jóvenes que están empezando, pero quiso poner en valor “las oportunidades que siempre nos han brindado desde esta gran casa tanto a mis compañeros como a mí”. Segura de su visión del periodismo, valoró “poder proponer temas propios, dedicar tiempo a su investigación, no entrar en tendencias políticas”, manteniendo siempre la “honestidad”. Y destacó que esa honestidad se aprende cada día “en el mejor ejemplo: en todos los grandes profesionales” que forman la gran familia del periódico de la capital de Galicia, desde jefes hasta la plantilla. Explicó que todos ellos son los que “nos ayudan a dedicarnos en cuerpo y alma a este medio, porque de verdad creemos en él”. Y, después de tantas dificultades, “todos seguimos aferrados a la idea de que el periódico de la capital de Galicia no puede desaparecer y, más aún, aferrados a hacerlo más grande, si cabe, cada día”.

“Héroes, sí, héroes”, dijo la joven periodista que, aunque puntualizó entre risas que no como los de las películas, aseguró que sí con algunos “superpoderes”, pues son “capaces de adaptarse a cualquier contratiempo”.

“El CORREO somos todos nosotros, todos los que estamos detrás de esas páginas que cada día leéis. Y, por ello, de algún modo, EL CORREO también sois todos vosotros, porque esta emblemática cabecera forma parte también de vuestras vidas”, concluyó Ángela Precedo.