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AGOSTO 2001

El 43 Grupo antiincendios de Lavacolla, 'Gallegos de Agosto' por su valor y entrega

En treinta años de servicio el 43 Grupo del Ejército del Aire acumula un historial de entrega en la lucha contra incendios. El destacamento de Santiago, al mando del coronel Pablo Martínez-Darve, está en la primera línea de fuego arriesgando con frecuencia tripulación y aparatos. Estos aviadores fueron elegidos por las redacciones del EL CORREO GALLEGO y O Correo Galego como 'Gallegos de Agosto' por su labor en defensa de vidas y bosques.

El trabajo llevado a cabo por las tripulaciones y personal de mantenimiento del 43 Grupo a lo largo de estos treinta años de servicio, ha permitido que la Unidad realizara en conjunto, sumando la labor de todos los destacamentos, más de 106.000 horas de vuelo y lanzara más de 300.000 cargas de agua en 17.300 vuelos de extinción. Del total de todos estos datos, en Galicia se realizaron 15.000 horas de vuelo (14,2% del total) y se lanzaron 53.400 cargas de agua (17,8% del total) en 10.200 vuelos de extinción (59% del total), siendo con mucho la comunidad autónoma donde más cargas de agua y vuelos de extinción se han efectuado.

En el verano la actividad del destacamento se multiplica. De hecho, los pilotos y mecánicos de vuelo del 43 Grupo llegan a realizar más de 100 horas de vuelo al mes en misiones de extinción. Este ránking de horas en el aire comenzó en 1974, año en el que cinco de sus pilotos rebasaron dicho número de horas (cuatro de ellos en Galicia).

Las horas de vuelo tienen su correlación en jornadas de trabajo para los mecánicos del Grupo, que realizan un esfuerzo extra en verano para mantener a punto para las repetidas misiones a los dos aparatos del destacamento.

El 43 grupo nació en 1971 debido al elevado número de incendios forestales que registraba España. Un convenio entre el Ministerio de Agricultura y el Ejército del Aire permitió la adquisición de dos aviones Canadair especialmente diseñados para combatir este nuevo frente de 'guerra'. El coronel Alonso, jefe del destacamento de Torrejón, describe estos aviones como "barcos con alas''.

El primer destacamento se creó en Galicia con dos CL-215. Los buenos resultados obtenidos facilitaron la puesta en marcha de otros equipos en distintas bases españolas.

Actualmente el Grupo cuenta con 15 aparatos y varias bases de operaciones en puntos estratégicos de la Península. La primera misión del 43 Grupo de extinciones fue un incendio localizado entre Negreira y Brión el 9 de julio de 1972, aunque su bautismo del aire fue de búsqueda y salvamento marítimo.

Una larga lista de condecoraciones

La labor del 43 Grupo de las Fuerzas Armadas se ha ganado en sus tres décadas de existencia la simpatía, el cariño y el agradecimiento de la sociedad y las instituciones como demuestra la larga lista de condecoraciones, homenajes y felicitaciones que han recibido. Entre las distinciones destaca la Medalla de Plata de Galicia, en 1966, y la Placa de Oro al Mérito Agrícola de 1978, además de un sinnúmero de medallas de diputaciones, ayuntamientos y organismos. El personal del 43 Grupo tiene en conjunto 84 cruces del Mérito Aeronáutico.

Una labor arriesgada que ya se ha cobrado trece vidas en treinta años

El alto riesgo que comportan las misiones de extinción de incendios forestales, tanto por las dificultades que entraña el efectuar las cargas de agua en lugares difíciles e incómodos, como por los vuelos a baja cota y turbulencia sobre el fuego, ha originado que las tripulaciones del 43 Grupo, en estos treinta años, hayan hecho generosa entrega de sus vidas.

Hasta el momento han perecido trece aviadores, seis de ellos en Galicia. En total se han registrado hasta la fecha siete accidentes, aunque en tres casos los daños fueron sólo materiales pudiendo la tripulación salvar la vida.

La recarga de agua, aunque dura segundos, es el momento más peligroso y en el que se registran más siniestros.

El primer accidente de la Unidad fue el de Xiobre, en 1976, cuando fallecieron tres tripulantes del aparato al estrellarse contra este monte gallego. El segundo siniestro con víctimas ocurrió el 12 de octubre de 1980 cuando el avión 431-13, que colaboraba en la extinción de un incendio en la provincia de Alicante, sufrió un accidente al efectuar el despegue desde el embalse de Beniarrés, falleciendo como consecuencia del mismo el comandante del avión y el mecánico de vuelo, resultando con heridas muy graves el segundo piloto.

El 2 de marzo de 1981 en misión de instrucción en el embalse de Buendía (Cuenca), perecieron los cuatro componentes de la tripulación al hundirse el avión 432-02 en las aguas.

El último accidente mortal volvió a tener como escenario Galicia. Fue el 9 de septiembre de 1988 cuando el avión 432-04 despegaba del aeropuerto de Santiago para dirigirse a la extinción de un incendio en la provincia de Ourense.

En este siniestro perecieron los cuatro militares que integraban la tripulación, al precipitarse el avión al suelo después de haber sufrido la parada del motor derecho.

07 dic 2020 / 23:26
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