Clemente González Soler, elegido por EL CORREO, O Correo y Radio Obradoiro, 'Gallego de febrero'

El grupo Alibérico se ha convertido gracias a su presidente y propietario, Clemente González Soler, en el líder en el sector transformador del aluminio en España, con una extraordinaria proyección al exterior. Este hecho no pasa desapercibido entre los redactores de EL CORREO GALLEGO, 'O Correo Gallego' y 'Radio Obradoiro', que unánimemente han elegido a este empresario de 51 años y origen compostelano como el 'Gallego del mes' de febrero.

González Soler es el claro ejemplo de un hombre que, con trabajo y tesón, se ha hecho a sí mismo y ha conseguido elevar sus proyectos a las más altas cotas de rentabilidad y proyección de futuro. Otra buena muestra de los grandes emprendedores de Galicia, que, de un tiempo a esta parte, revolucionan el panorama económico nacional.

Este ingeniero aeronáutico, licenciado en Madrid en 1972, se forjó en el sector del aluminio desde la temprana edad de 23 años, en 1973, cuando comenzó a trabajar en las instalaciones alicantinas de la Empresa Nacional del Aluminio. Tras un periplo profesional que se extiende hasta 1986, opta por demostrar sus conocimientos por libre. Un año después, crea la firma Alibérico, en la que comienzan trabajando dos personas.

Hoy en día, tras sólo doce años, el grupo está conformado por 34 empresas, que emplean a 1.500 personas, y cuenta con factorías en 10 autonomías españolas y otro centro fabril en la localidad francesa de Lyon.

De capital cien por cien nacional, este grupo independiente no ha descuidado su proyección hacia el extranjero. En la actualidad, cuenta con presencia comercial en Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y Suiza.

Clemente González Soler pude estar orgulloso, pues ha logrado plantar cara en el terreno de la fabricación de productos para el sector del aluminio, principalmente en el terreno de la construcción y de los envases y embalajes, a los gigantes de EEUU y la UE transformadores de esta materia prima del presente y, por supuesto, futuro.

Invertir en la comunidad

Según reconoció el máximo responsable de Alibérico, entre sus deseos más fervientes se encuentra multiplicar la presencia del grupo en la comunidad gallega, donde proyecta obras tan relevantes como la ampliación de las instalaciones de Televisión de Galicia en San Marcos (Santiago) o de la lonja de pescado de A Coruña.

El holding que preside Clemente González contempla además introducirse industrialmente, por medio de una factoría de lacado del aluminio. El lugar elegido es A Coruña, donde Alibérico cuenta ya con una delegación comercial. El único impedimento, la carestía del suelo industrial, aunque persisten los contactos con la Xunta para sacar adelante el proyecto.

Floreciente empresa, espléndido futuro

El grupo Alibérico factura más de 120,20 millones de euros al año, lo que la erige como una de las principales empresas del sector en España.

En 2001, las inversiones en activos fijos se situaron en torno a los 12,02 millones de euros. Durante el presente año, el holding que preside Clemente González Soler se gastará otros 9,02 millones de euros en optimizar su mecánica productiva. Entre los proyectos de inversión más amplios, se encuentra la ampliación de la planta de Linares (Jaén) comprada el pasado año a la sepi por 0,6 millones de euros, y en la que se gasrtarán 22,24 millones de euros hasta 2004.

En cuanto a Investigación y Desarrollo (I+D), constituye una de las principales armas de Alibérico para continuar como líder en el sector. El gasto en este apartado alcanza los 3 millones de euros anuales, con el claro objetivo de continuar desarrollando y vendiendo productos de alto valor añadido fabricados con tecnología propia, que sitúan a Alibérico 4-5 años por delante de la competencia.

Este interés por la innovación fue premiado recientemente. El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, entregó a Clemente González un galardón por la innovación tecnológica de la empresa Alucoil, cuya factoría se encuentra en Miranda del Ebro.

El aluminio es futuro, especialmente en tres sectores: En construcción, donde Alibérico es líder nacional; en envases y embalajes, donde el grupo está entre los primeros de Europa; y los medios de transporte, sector que el holding estudia abordar, fabricando componentes y accesorios para vehículos.

Lejos de Galicia, pero con ella en mente

E L presidente y propietario de Alibérico ha visto como su labor profesional lo arrastraba a mantener su vida diaria lejos de Galicia. Durante 35 años, Clemente González Soler apartó de su vista la fachada de la catedral compostelana, emblema de su ciudad natal, lo que motivó que su tierra estuviese más presente que nunca en sus pensamientos.

Hombre de familia, en la capital gallega se encuentra uno de sus tesoros más preciados, sus padres. Hijo de Clemente González Peón, prestigioso abogado santiagués, acude a Compostela siempre que su trabajo se lo permite para rendir el inexcusable homenaje a sus progenitores.

En cuanto a su propio núcleo familiar, está casado con María José Armero Tomás, con quien contrajo matrimonio en Alicante en 1977. De esta unión surgieron dos hijas.

El líder y creador de Alibérico reconoce que su marcha de Galicia hace tantos años le ha restado un conocimiento de primera mano de la evolución experimentada por la autonomía. Pero nunca ha dejado de estar en contacto con lo que acontecía en tierras gallegas, gracias a la inestimable ayuda de un nutrido grupo de empresarios gallegos con los que comparte amistad.

Ahora, la comunidad gallega está en su mente, pero ya no sólo a nivel afectivo. El grupo Alibérico podría entrar en breve a formar parte del panorama industrial gallego. Una reciente reunión con el conselleiro de Industria e Comercio, Juan Rodríguez Yuste, unidos a una serie de contactos empresariales con grupos gallegos, vienen a escenificar el germen del futuro desembarco del grupo líder del sector transformador del aluminio en la autonomía. Ganas a Clemente González Soler, padre de este floreciente grupo, no le faltan