Cristian Toro y los diplomados olímpicos, savia nueva en el club de Gallegos del Año

Nacido en Isla Margarita (Venezuela) pero retornado a Viveiro con trece años, Cristian Toro iluminará con su medalla de oro el club de Gallegos del Año, del que pasa a formar parte. Sus éxitos en los pasados Juegos de Río, en los que se proclamó campeón, suponen una carta de presentación a la altura de pocos.
A sus 24 años, Cristian aúna valores como compromiso, esfuerzo y sacrificio por un deporte al que ha decidido dedicar su vida: el piragüismo. En Río, con un maestro como el catalán Saúl Craviotto como compañero de viaje, logró la única medalla de oro de la delegación gallega, en el K-2 200 metros.
Con su metal capitanea una representación gallega que volvió de tierras brasileñas con seis deportistas con diploma: Teresa Portela, Rodrigo Germade, Óscar Carrera, Vanesa Rial, Paula Medín y Támara Echegoyen. Pero más allá de atletas que no necesitan presentación, Toro abandera una generación de piragüistas gallegos con un futuro brillante por delante. Con su victoria en Río adquirió no solo una presea dorada que colgarse al cuello, sino también la responsabilidad de dar ejemplo a las generaciones futuras que empiezan a ver en él un modelo al que seguir. Pues, al igual que muchos niños que hoy en día se inician en el piragüismo, o en la práctica de cualquier otro deporte, Cristian también fue un niño con sueños propios cuando, a los trece años, se subió a su primera piragua, en Viveiro.
Y soñó, como casi todos, con el éxito bajo la bandera del Olimpismo, algo que para muchos se queda en meras ensoñaciones pero que, para él, adquiere la dimensión de realidad. Su determinación y constancia fueron los ingredientes para lograrlo. Con un futuro brillante por delante, se le presumen muchos más éxitos, no solo olímpicos, sino también a nivel nacional, europeo y mundial. Para ello, será condición sine qua non seguir guiándose por los mismos valores que ahora le han llevado al triunfo, precisamente los mismos que le tocará extender entre todos los jóvenes que sueñen con seguir sus pasos, en su nueva calidad de Gallego del Año.
Tanto Cristian Toro como todos los demás premiados recibirán su galardón en la gala del mes de octubre, que anualmente reconoce a los profesionales más destacados de nuestra comunidad. Esta vez, y como no podía ser de otro modo en año olímpico, se tratará de una gala con marcado carácter deportivo, con un medallista y seis diplomados en los Juegos de Río.