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El artífice de 'hits' latinos, Jesús López, ingresa en el club Gallegos del Año

Ferrolano de nacimiento, impulsa algunos de los éxitos mundiales de artistas como Enrique Iglesias o Juanes // Está considerado por la revista 'Billboard' como "uno de los capos de la música" // Desde Miami diseña temas "brutalmente relevantes para todo el planeta"

¿Por qué razón, y a estas alturas, aún hay gente que sigue pensando que los gallegos no pueden convertir en éxito todo lo que se proponen? Ya va siendo hora de terminar con complejos injustos, dañinos y contagiosos que no dejan brotar el talento de tantos y tantos individuos que viven dentro del volcán sin que este llegue a entrar en erupción.

Y ahora díganme, ¿cuántos de ustedes creían que detrás del éxito de cantantes de fama y prestigio internacionales está un gallego, de Ferrol?

Pues sí. Se trata de Jesús López, y una persona que lo conoce muy bien, un brillante lucense, productor grandes series como Libro de familia o Pazo de familia', dice de él que "era uno de aquellos adolescentes ferrolanos que creció escuchando los éxitos de su paisano Andrés do Barro y que soñaba con comerse el mundo. Ahora, desde su factoría de South Beach, en Miami, es el rey de la música latina y diseña sucesos brutalmente relevantes para todo el planeta".

Desde los 90, López ha estado detrás de hits tan globales como Macarena, de Los Del Río, Camisa negra, de Juanes, Bailando, de Enrique Iglesias -que suena en la cafetería Big Bar Theory mientras elaboro este reportaje-, o Despacito, de Luis Fonsi.

Apunta Besteiro que "enumerar toda su lista sería más largo que recitar el santoral, pero basten estos pocos ejemplos para dejar constancia" del triunfo que este gallego universal ha sido capaz de cosechar desde el otro lado del océano Atlántico". Con razón la revista Billboard, "que es la biblia del mundo del espectáculo, lo ha consagrado en el top mundial de los capos de la música".

Y es que Jesús López, enfatiza Besteiro, "fue uno de los primeros en adivinar el potencial de un mercado latino de 500 millones de consumidores y lo ha capitalizado hasta extremos difíciles de imaginar hace pocos años. Con el español como bandera de enganche. Sin complejos y desde hace mucho tiempo".

Si, como dice Alfred de Vigny, "una vida lograda es un sueño de adolescente realizado en la edad madura", entonces Jesús empezó muy joven a cumplirlo. Las pruebas están aquí:

"Yo lo conocí en los tiempos en que el sello discográfico Movieplay, comandado por otros gallegos de armas tomar, Santaballa y Ramudo, era la reserva de los cantautores patrios. Por allí andaban Aute, Labordeta, Prada y hasta el Fary y María Jiménez, si no recuerdo mal. Jesús era el veinteañero que se encargaba del departamento de promoción, pero siempre con el ojo y el oído puestos en todo lo que se movía a su alrededor, desde la producción de discos hasta la distribución. Se veía claro que aquel chico que había empezado desde abajo aprendía rápido y que iba a llegar muy lejos".

En esto de empezar desde abajo hay ejemplos ilustres. Desde Francisco Umbral hasta Alfonso Escámez, pasando por Amancio Ortega, dueño del imperio Inditex.

Para brillar, hay que conseguir primero que los demás brillen. A eso se dedica Jesús López, el limpiabotas' de su organización, como lo fueron James Brown o el mismo Malcom X. Sin él, el panorama musical latino sería muy diferente y, probablemente, no estaría envuelto en esa aura de éxito, estima, admiración e imitación.

"Lo que diferencia a un crac de un chico de los recados es que los cracs tienen un oído muy fino y aprenden a la velocidad de la luz. Pues Jesús igual. Aquel chico con cara de bueno y de listo escuchaba todo lo que pasaba a su alrededor, y tenía un potencial de muchos quilates", relata Besteiro. Lo detectaron muy pronto los responsables del mítico sello Hispavox, que le ofrecieron la dirección general adjunta con tan solo 28 años, "y lo confirmó poco después Ramón Segura, quien tras ficharlo y foguearlo en BMG-Ariola España como gerente, lo envió a hacer las Américas y ya no volvió. Y cuando volvió lo hizo como un indiano multinacional, con mando en plaza y para capitanear la industria del disco de la mano de Universal Music.

En 1996, el productor lugués tuvo la fortuna de estar con López cuando estrenó sus oficinas de MCA y mientras "me daba un paseo en barco por los cayos, dijo algo que se me quedó grabado para siempre: "En el PIB sueco ha habido años en los que las ventas de Abba en el exterior representaban más que las de Volvo. Imagínate lo que un éxito mundial puede representar para un país. Tú vendes discos, pero detrás vienen los vinos, la ropa y todo lo demás".

Es obvio que fue un pionero de la marca España y un embajador universal. Eso es indudable. Sin embargo, no es solo el hombre en la sombra detrás de todos esos megaéxitos, "sino un empresario que conceptualiza e inventa movimientos y tendencias. Detrás de los inicios del rock alternativo en español está Jesús López con el sello Culebra, y detrás del reguetón, ahora tan de moda, está también con Machete. Y es que Jesús ha sido y sigue siendo un visionario. Su olfato es de los que hacen época. Todo un Superlópez".

Y cuando no ve claro el futuro, se lo inventa. "Lo hizo en 2007 cuando se dio cuenta de que la piratería y la digitalización obligaban a reinventar el negocio musical, y fundó GTS (Global Talent Services), una división encargada del management y de los conciertos de artistas. Porque Jesús no solo tiene olfato, sino discurso. Donde otros ven un problema, descubre una oportunidad.

Como Sinatra, Jesús no vende solo una voz, sino un estilo porque sabe que la música, además de una emoción, es un relato, y que hace falta comunicar. Un gallego de lujo. Un indiano universal", cuenta con admiración Besteiro.

Ahora bien, como señaló el 18 de enero de 2018 en un evento, ninguno de los sobresalientes que tiene en su haber podrían sucederse sin el apoyo de su mujer, Carolina, y su hijo Hans, diciendo que no podría dedicarse con tanto amor a su trabajo si no recibiera lo mismo en su casa".

En esa jornada, que quedó señalada como Día Jesús López en Miami Beach, sostuvo que "para tener éxitos globales se necesita una mirada en esa dirección, y para eso agradeció el aporte de Monte Hipman".

Por todo ello, nuestro grupo de comunicación se enorgullece de presentárselo a todos ustedes, queridos lectores, como flamante miembro del selecto club Gallegos del Año. Bien lo merece. Es de justicia.

04 dic 2020 / 18:48
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