La historia cotidiana de Compostela
Los compostelanos tenemos la inmensa suerte de vivir en una ciudad llena de historia. Somos muy afortunados de residir en la capital de Galicia y poder disfrutar de todo lo que nos ofrece a diario. Pero si hay algo que todavía nos hace más dichosos son la infinidad de momentos y recuerdos que todos nosotros compartimos. ¿Quién no se ha sentado en la Plaza del Obradoiro a contemplar la Catedral? ¿Quién no se ha comido un helado en la Alameda? El imaginario y los planes de los santiagueses tienen un elemento común y es que todos están recogidos en las páginas de EL CORREO GALLEGO.
En sus 142 años de vida este diario nos ha proporcionado buena información local, pero también las historias humanas detrás de cada comercio, empresa, museo... Todos hemos comprado helados y castañas en el carrito de Porta Faxeira y este periódico nos presentó a Manolo, el hombre que siempre nos atiende amablemente. Los sábados hacemos la compra en la Plaza de Abastos y no son pocas las veces que nos hemos encontrado con los fotógrafos de EL CORREO GALLEGO retratando a los vendedores y sus productos. Las fiestas de la Ascensión, el Apóstol y los especiales del periódico en cada fecha destacada son ya una tradición.
Santiago también es deporte. Los fines de semana disfrutamos en la Caldeira de Sar con el juego del Monbus Obradoiro. Y, aunque vivimos los partidos en directo, no nos perdemos ninguna de las crónicas deportivas que se publican. Otro de los acontecimientos deportivos del año es la Carrera Pedestre Popular de Santiago que llena las calles de miles de atletas.
Los polígonos industriales que rodean la ciudad son también parte de la capital. El tejido empresarial compostelano está formado por compañías que caminan unidas con el objetivo de activar y fomentar la economía. EL CORREO GALLEGO también se ha constituido en vecino de estos espacios y nunca falta su apoyo cuando se trata de promover iniciativas de interés. Los periodistas informan a toda la sociedad de los movimientos empresariales, las propuestas del pequeño comercio, las nuevas aperturas y los proyectos de responsabilidad social corporativa que están realizando las empresas de su entorno. Esta visión resulta muy necesaria para conocer la actualidad de la ciudad en la que vivimos.
Espina & Delfín agradece y felicita a toda la plantilla de EL CORREO GALLEGO por su trabajo. Brindamos por su número 50.000 y deseamos que nos sigan acompañando y publicando la historia cotidiana de Compostela muchos años más.