‘Sextorsiones’ a particulares y fraudes a pymes hacen repuntar la cibercriminalidad en Galicia

En 2023 se contabilizaron 21.000 infracciones penales informáticas en la comunidad, casi 1.000 más que el año anterior

El ‘phishing’ bancario, la técnica favorita de los delincuentes

Dependencias del Equipo @ de A Coruña, en una imagen de archivo

Dependencias del Equipo @ de A Coruña, en una imagen de archivo / Carlos Pardellas

Más de 21.000 infracciones penales a través de Internet cometidas en Galicia al cierre de 2023. Así se plasma en el último balance trimestral de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior, del cual se desprende que los ciberdelitos aumentaron en Galicia un 4,3% con respecto al año anterior, periodo en el que se registraron en torno a 20.000 delitos informáticos. Es decir, 2023 finalizó con casi 1.000 más.

Este último aumento quebranta la propensión a la baja con respecto a la cibercriminalidad que se registraba en Galicia en los últimos ejercicios. Entre el 2021 y el 2022, cuando el Ministerio del Interior comenzó a incluir en sus balances esta tipología de crímenes, Galicia fue la única comunidad autónoma donde se registró una disminución de los casos de ciberdelitos, con una caída del 4,6%.

Además, del informe se desprende una inversión de tendencias entre el crimen convencional y la ciberdelincuencia en Galicia. Si bien en el periodo 2021-2022 se registró un aumento del 11,8% de delitos habituales y el descenso del 4,6% en crímenes informáticos, en el 2023 los primeros descendieron un 1,2% y los segundos aumentaron un 4,3%.

El phishing, la estafa más usual

Desde el sector de la ciberseguridad apuntan que este último incremento se enmarca dentro de la normalidad después del descenso del año 2022. “Lo usual en la ciberdelincuencia es que exista una tendencia alcista”, señala el director del Equipo @ de la Jefatura provincial de A Coruña, Alberto González, que pone énfasis en lo complicado que es para las víctimas de los delitos informáticos tomar la decisión de tramitar una denuncia. “Es muy difícil cuando los propios afectados no saben a lo que se están enfrentando”, señala.

Dentro de la ciberdelincuencia, González distingue entre los delitos que dependen y no dependen de forma directa de la tecnología. Los primeros son aquellos que usan íntegramente softwares maliciosos para perpetrar sus crímenes. “Son frecuentes en ataques a empresas y entidades más grandes. No son muy usuales, aunque desde la guerra de Ucrania han aumentado”, señala. El segundo tipo de ciberdelito es aquel que emplea recursos online, como las redes sociales, para captar a sus objetivos, que suelen ser particulares. “Muchos de estos ataques buscan que las víctimas faciliten ciertos datos, como las claves de tarjetas bancarias. Son los mayoritarios”, apostilla.

El director del Equipo @ apunta que en Galicia la estafa del phishing bancario copa la mayor parte de estos fraudes informáticos. Aquí, el ciberdelincuente se hace pasar por una entidad bancaria y, a través de SMS o correo electrónico, notifica a la víctima supuesto cargo en su cuenta que no se corresponde con la realidad. En el mensaje se adjunta un enlace fraudulento y piden al usuario que introduzca sus datos bancarios. Un correo electrónico de tipo phishing también puede llevar un archivo adjunto infectado con software malicioso. El objetivo de este malware es infectar el equipo del usuario y robar su información confidencial.

Las 'sextorsiones', también usuales en la comunidad

A mayores del phishing bancario, González alerta de que esta estafa no es la única que está a la orden del día en la agenda virtual de los gallegos. “Estamos detectando muchos casos de extorsiones sexuales provenientes de un grupo criminal organizado de la zona de Valencia, afirma el agente.

En estos fraudes, los estafadores aceden a sus víctimas a través de anuncios falsos de contratación de servicios sexuales en páginas de contactos, colgados por el propio grupo criminal. Cuando los afectados contratan uno de estos trabajos fraudulentos, los delincuentes se ponen en contacto con el estafado, la mayoría de las veces por medio de una aplicación de mensajería instantánea, en la que el supuesto jefe de las prostitutas les recrimina haberles hecho perder el tiempo. Entonces, exigen una cantidad de dinero como compensación, amenazando con causarles problemas de no hacerlo.

Galicia, a la “vanguardia” de la ciberseguridad

A pesar de este último repunte, desde el ámbito tecnológico afirman que Galicia se encuentra “a la vanguardia de la ciberseguridad” dentro de España. Así lo corrobora el presidente del Colegio de Ingeniería Informática de Galicia, Fernando Suárez. “Estas subidas y bajadas son usuales y porcentualmente pequeñas. Nada fuera de lo normal”, indica el ingeniero, que pone de relieve el buen trabajo que se está desarrollando en la comunidad en el ámbito de la protección informática. “Tenemos empresas, como Tarlogic Security, que están compitiendo en primera línea con las más grandes a nivel internacional. Además, las tres universidades de Galicia tienen oferta formativa en materia de seguridad”, incide.

La estafa de la factura, la más común en las empresas

Aunque los delitos contra particulares siguen siendo los mayoritarios en Galicia, González advierte que los ataques cibernéticos a las pequeñas y medianas empresas (pymes) están aumentando de manera preocupante. “En los últimos meses, más de 25 empresas han perdido dinero a raíz de estos ataques”, señala el agente. “Depende del caso, las pérdidas pueden oscilar entre 50.000 o 70.000 euros, pero en alguna ocasión se han contabilizado 300.000 euros de pérdidas”, indica.

González apunta que en este tipo de cibercrímenes el método más recurrente y empleado por los delincuentes es la “estafa de la factura”. El procedimiento de este fraude consiste en la emisión de una factura fraudulenta por parte del estafador, que suplanta la identidad de un proveedor usual de la empresa. El objetivo principal es engañar a las compañías para que realicen pagos por bienes o servicios que nunca han recibido o que no han solicitado, haciendo figurar en la factura su propio número de cuenta. Para extraer la información de los proveedores, muchos estafadores recurren a métodos informáticos, como el phishing u otros malwares.

Para evitar caer en esta estafa, la Guardia Civil recomienda que, cuando se reciba una factura de un proveedor con un número de cuenta distinto al usual, se verifique inmediatamente por vía telefónica con la administración de la empresa para confirmar el cambio, pero nunca contactar con el teléfono que aparezca en la factura fraudulenta.