La soledad no deseada se ceba con los más jóvenes: los de 18 a 24 años, el colectivo más impactado

Es un problema social en aumento que también se ceba con mayores y mujeres

Muchos buscan refugio en redes sociales

La soledad no deseada es más prevalente en mujeres que en hombres

La soledad no deseada es más prevalente en mujeres que en hombres / Anthony Tran

Ser joven, vivir solo, residir en un concello de los llamados intermedios, con pocos estudios y escasa o nula red familiar de apoyo. Así se trazaría a grandes rasgos el perfil del colectivo más afectado por la soledad no deseada, un problema social con múltiples derivadas -sobre todo de salud- que se expande en silencio año tras año, hasta el punto de que uno de cada cinco adultos la sufren ahora en España. Un porcentaje que se dispara a medida que se añaden circunstancias como la discapacidad, el paro o la falta de recursos económicos.

Jóvenes, los más afectados

Aunque ese aislamiento no deseado tiende a identificarse con la gente mayor, lo cierto es que la franja de edad más afectada es la de jóvenes de 18 a 24 años. Ahí, el impacto llega a superar el 34%, lo que significa que uno de cada tres jóvenes se siente solo, según un estudio realizado por Fundación ONCE y Fundación AXA en el marco del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES), presentado este lunes.

El informe constata que este tipo de soledad afecta por encima de la media a los jóvenes de 18 a 34 años, para después bajar a mínimos entre los 45 y los 74 años. A partir de ahí, vuelve a repuntar entre los mayores, aunque en ningún caso alcanza la cota de afectación de la juventud. También es más frecuente entre mujeres que entre hombres, ya que algo más de 1 de cada 5 mujeres (21,8%) afirman sentirse solas, frente al 18,0% en hombres.

Los jóvenes son el colectivo más afectado por la soledad no deseada en España

Los jóvenes son el colectivo más afectado por la soledad no deseada en España / M.

Este 'Barómetro de la Soledad no Deseada en España 2024', presentado por el ministro de Derechos Sociales Pablo Bustinduy, recogió una de las mayores muestras de entrevistas precisamente en Galicia, donde la Xunta inició hace menos de un año la tramitación de una estrategia específica para combatir esta nueva epidemia, la primera iniciativa de España de estas características. Sus cálculos iniciales apuntaban a 120.000 mayores como potenciales destinatarios, pero tampoco existe ningún estudio concreto que permita ajustar bien las cifras.

“La ausencia de una investigación estandarizada de carácter regular impide afirmar con rigor la evolución reciente sobre la soledad no deseada”, advierte el informe presentado este lunes. Lo que sí se sabe es que en Galicia, en 2022, el último año con datos oficiales, había 239.958 personas que residían solas, una cifra con tendencia al alza. Que un hogar sea unipersonal no significa que su residente sufra aislamiento no deseado, pero sí es un factor desencadenante o potenciador de la soledad: la prevalencia es el doble entre las personas que viven solas (34,5%) que las acompañadas (17,4%).

Redes sociales

El barómetro desvela algunos datos relevantes para comprender el fenómeno. Primero, que el aislamiento involuntario es “un problema persistente”, ya que dos de cada tres personas admiten convivir con la situación desde hace más de dos años y un 59% desde hace más de tres. Esa realidad dispara la llamada soledad crónica hasta el 13,5% de la población en todo el país. Eso sí, es un problema del que se sale, porque un 50% de gente que afirmó sentirse sola superó esa fase.

El estudio no detecta grandes diferencias entre entornos rurales y urbanos, pero sí se agrava en localidades entre 10.000 y 50.000 habitantes, las llamada villas medias bastante habituales en Galicia. Igualmente, el texto pone de manifiesto que el grado de satisfacción con la cantidad de relaciones familiares y de amistad es “clave”: más de la mitad de personas que sufren soledad no deseada afirma tener menos relaciones familiares y de amistad de las que quisieran. Por últilmo, las relaciones sociales online son más frecuentes entre las personas que sufren soledad (45,1%) que entre las que no la sufren (24,8%). Además, el 38,4% de los afectados se relaciona con sus amistades principalmente online, en comparación con un 17,6% de las personas que no sufren soledad.