Felipe VI ensalza “o dinamismo e o pulo das empresas galegas”
Las patronales autonómica y estatal, junto a la Xunta, reclaman no subir impuestos: dañaría la competitividad // Piden una reforma laboral pactada
“Hoxe foi un día emotivo para todos, tamén para min”. Comeceino en Vigo nas instalacións do grupo Stellantis, que visitei por vez primeira hai 25 anos como Príncipe de Asturias, e finalizo aquí, en Compostela, nunha xornada en que vos afanastes en ensinar e compartir o voso potencial produtivo, e na que puidemos ver o dinamismo e o pulo das empresas galegas”. Así, en perfecto gallego, Felipe VI, rey de España, culminaba la celebración en el Museo de la Cidade da Cultura de Galicia del 40 aniversario de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG).
El Rey destacó en su discurso previo a un almuerzo el papel fundamental de los emprendedores gallegos. “Además de establecer un marco de convivencia acorde con los valores humanos esenciales –expuso el monarca–, canalizar las discrepancias y propiciar los acuerdos, los sistemas democráticos activan la creatividad humana en todos los órdenes, incluyendo el empresarial. Y la Galicia actual es una buena prueba de ello”, manifestó. También ensalzó su esfuerzo a la hora de luchar contra la pandemia de la covid.
Llegaba de Vigo a fume de carozo, después de que la niebla trastocase los planes al obligar a aterrizar en Compostela en lugar del aeropuerto olívico. Tocó recomponerse a costa del retraso. Antes del rey, el titular de la CEG, Juan Manuel Vieites, agradeció al monarca su presencia, destacando el “aval y respaldo incondicional de la Monarquía a las marcas y empresas gallegas y españolas, impulsando su modernización e internacionalización, siempre defensora y embajadora de los intereses empresariales”.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, acompañó al monarca –junto al delegado del Gobierno, José Miñones– y destacó en su discurso el valor incalculable de las “organizaciones empresariales fuertes y cohesionadas”, y animó a “impulsar con el Diálogo Social empresas más productivas, trabajos menos precarios y una prosperidad compartida”.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, resaltó el valor de la Galicia empresarial, que se adapta a los cambios para medirse con los mejores. Así, puso el ejemplo del sector del automóvil, ya que “nuestra comunidad es la primera en España en producción de coches y se encuentra entre las diez primeras regiones de Europa”. Apeló a la “estabilidad y al compromiso empresarial que hizo progresar Galicia” como la mejor fórmula para encarar la reconstrucción social y económica. Y sobre la transición ecológica y energética, afirmó que sería un error estrepitoso si se deja en la estacada a 16.500 empleos de sectores estratégicos como las electrointensivas, las centrales térmicas o la cadena forestal por no planificar la llegada del nuevo paradigma, o por no tener un ‘plan b’.
Destacó el de Os Peares que Galicia, de la mano de la colaboración público-privada, cuenta con una candidatura a los fondos europeos Next Generation para abordar esta transformación a través del impulso del hidrógeno verde, la producción de fibras textiles a partir de recursos forestales, la economía circular o la nueva automoción.
Antes de su llegada, el acto institucional de la celebración de una patronal de nuevo unida congregó a más de 250 personas, con otras autoridades como el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; el alcalde de Santiago, Xosé Antonio Sánchez Bugallo; los conselleiros de Cultura, Emprego e Igualdade, Medio Rural y Mar, Román Rodríguez González, María Jesús Lorenzana, José González Vázquez y Rosa María Quintana Carballo, respectivamente; y representantes empresariales y sociales de Galicia y España, con la presencia de los presidentes de CEOE, Cepyme, ATA, de las cuatro organizaciones empresariales provinciales –CEC, CEL, CEO y CEP –, Antonio Garamendi, Gerardo Cuerva, Lorenzo Amor, Antonio Fontenla, Eduardo Valín, Marisol Nóvoa y Jorge Cebreiros, así como Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca... y el quién es quién de la empresa en Galicia.
En el balance de las cuatro décadas de historia de la patronal gallega, con el apoyo al empresario y la creación de empleo como baluartes, también se analizaron la coyuntura económica actual y los retos de futuro para las empresas gallegas, inmersas en pleno proceso de recuperación económica tras la crisis derivada del coronavirus.
Vieites consideró “clave colocar a las compañías en el centro de las políticas de recuperación, máxime cuando las exigencias de sostenibilidad, digitalización y un paradigma que sitúa a las personas en el centro nos precipitan a un cambio de escenario económico, laboral y social”. Para ello “es preciso negociar y alcanzar acuerdos que respondan a la realidad socieconómica y apostar por la colaboración público-privada que impulse el sistema productivo”.
También apeló a la necesidad de contar con unos “Presupuestos Generales del Estado rigurosos, no ideologizados” que se centren en favorecer la recuperación económica en la que estamos inmersos. “No hay lugar para el aumento discrecional de la presión fiscal ni de la creación de nuevos impuestos”, añadió.
El presidente de la CEG también pidió “que se aborde con responsabilidad la reforma laboral”, convencido de que podrá mejorar aspectos para las empresas y las personas trabajadoras, pero que “no deberá afectar a aquellas cuestiones que nos han posibilitado salir de la crisis anterior, mantener el empleo y que contribuirán a la definitiva recuperación económica que todos deseamos”. También Antonio Garamendi consideraba que “no se pueden llevar a cabo reformas en contra de la competitividad de España”.
Escotet, por Abanca, resaltó que la colaboración, alianzas, diálogo social, la creación de redes productivas y de solidaridad, son bienes de utilidad incalculable, y la CEG será a futuro cada vez más estratégica y beneficiosa porque “las organizaciones empresariales están llamadas a intensificar su presencia pública”.
El vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, destacó la oportunidad única de los fondos europeos para Galicia, mientras el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, destacó cómo, todos juntos, salimos más fuertes de la pandemia.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Manuel Vieites, advertía al Gobierno central que “no es el momento de un aumento discrecional” de la presión fiscal ni de crear nuevos impuestos, y reclamó unos presupuestos “rigurosos” y “no ideologizados”. En su intervención en el acto con motivo del 40 aniversario de la patronal gallega consideró que un mayor presión fiscal no hará más que “ralentizar” la recuperación económica e instó a “no consentir” la imposición de condiciones “peores” que las de los socios europeos.
Vieites también pidió de manera expresa el “apoyo y compromiso” del Gobierno central para que Galicia sea “partícipe de proyectos estratégicos y tractores” financiados por los fondos europeos de recuperación. Por su parte, garantizó el “compromiso” de los empresarios gallegos con la recuperación y el futuro y ha instado a mantener la “unión”. “Debemos trabajar unidos para seguir adelante con confianza y poder salir victoriosos. El aislamiento nunca es una opción”, manifestó.
Vieites insistió en que el “diálogo social” es el marco en el que debe acordarse cualquier reforma laboral y, en declaraciones anteriores a los periodistas, dijo que “mala cosa sería” que se hiciese de “manera unilateral” sin buscar los acuerdos necesarios para que la recuperación de la economía española se consolide.
Sobre la reforma del sistema de pensiones, consideraba que “aún no toca” y que, en todo caso, hay que “matizar mucho y bien las cuestiones porque realmente no se puede perjudicar a nadie de cara al futuro”. Así, que instó a mantener unos “equilibrios determinados” entre las nuevas generaciones y “las que han cotizado de una manera muy importante”.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, avisó de que la reforma laboral no se puede considerar “un fetiche” ni un “triunfo político” y que los empresarios siguen “sentados a la mesa” pero esta reforma no debe “ir en sentido contrario” a lo que establece la UE.
“Eso es lo que vamos a defender y en lo que vamos a estar”, advertía en su intervención en el acto con motivo del 40 aniversario de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), en el que ha puntualizado que la UE está pidiendo reformas “pero no las que están contando”.
Así que ha instado al Gobierno a no hacer una reforma contraria a la UE y en contra de lo que va ser el futuro de la competencia de los empresarios españoles que “no está en España, está fuera” por lo que “por mucho dinero que venga, si no hay confianza, más bien hay desconfianza”, no será una solución.
Por ejemplo, con respecto a la reforma laboral, Europa lo que está diciendo es que hay que “atender la temporalidad”, según Garamendi, que es superior en el sector público, un 33 %, que en el privado, un 22 %.
“Lo mismo que nosotros hemos firmado la ley del teletrabajo, yo no sé si a los funcionarios también les han puesto el ordenador y la silla para trabajar”, apuntaba, por lo que ha reclamado que si los empresarios avanzan “avancen también los demás”, en referencia a las administraciones públicas y, sobre la reforma de las pensiones, “en el mismo sentido”.
Insistía en que la reforma laboral es “un tema muy delicado” en el que hay que generar empleo, también para los jóvenes que es lo que “pide Europa”, que habla de “flexiseguridad” y que todas las empresa tienen que adaptarse a los tiempos.
Garamendi reflexionó sobre la situación económica real actual, asegurando que es “mejor” que la anterior. “¿Estamos mal? No. Pero ¿estamos tan bien como nos cuentan? Tampoco”, ha aseverado a este respecto, tras lo que ha constatado que ahora se afronta una “tormenta perfecta”, por las escasez de suministro y la crisis energética, ante la que hay que mantener “el rigor” y tener “mucho cuidado” con la deuda y la inflación.
En este sentido, destacó que la CEOE “acertó” con sus previsiones de que España crecerá este año en torno al 5 %, frente a los que les llamaron agoreros, y la UE ratificando esta cifra ha hecho “volver a la realidad real” en la que se encuentra la economía española.
Sobre los fondos europeos, reclamó ser conscientes, para no generar “frustración”, de lo que van a significar porque “la mayoría van a ir a licitaciones e infraestructuras”, por lo que es muy importante que las empresas tractoras sean capaces de conseguir esos contratos y transmitirlos “con responsabilidad social” hacia abajo, hacia las pymes.
También manifestó el “apoyo explícito” al rey Felipe VI, que asistirá este mediodía al almuerzo que los empresarios gallegos celebran con motivo de su aniversario, y a la Corona como “piedra angular” de la Constitución y representación “de la libertad, de la moderación, que tanto necesitamos en estos momentos”.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, instó a los empresarios a alcanzar “nuevo pacto social” de “prosperidad compartida” porque considera que este es el reto de futuro y se ha mostrado convencida de que se podrá conseguir “juntos”. Una tesis que recoge del economista gallego, presidente del CES estatal, Antón Costas. En su intervención en el almuerzo de celebración del 40 aniversario de la CEG aprovechó para agradecer a los agentes sociales su papel ante la crisis por la pandemia.
“La madurez de los agentes sociales fueron claves para que este país saliese adelante y, una vez más quiero darles las gracias, sin los agentes sociales no sería posible”, afirmó. Ha agradecido que supieron estar “a la altura de las circunstancias cuando el país más lo precisaba” y ahora considera que toca afrontar los retos de futuro “con la misma determinación”.
Se trata, dijo Díaz en un momento en el que el Gobierno prepara una reforma de la legislación laboral, de impulsar desde el diálogo social “empresa más productivas, trabajos más decentes y una sociedad mucho más próspera” para compartir entre todos el futuro del esfuerzo común.
Según Díaz, el diálogo condujo al acuerdo, que llevaba implícito “un pacto de responsabilidad compartida”, al que volvió a apelar ahora para que cada uno ponga de su parte y primar “lo importante”. Ha puesto en valor que, ante la adversidad, el futuro del país fue salir adelante “juntos”, tanto trabajadores, como empresas, e instituciones públicas, con el “diálogo, la unidad, y el esfuerzo común” que permitió salvar millones de empleos y cientos y cientos de empresas.
De hecho, destacó que en octubre de 2021 el número de empresas inscritas en la Seguridad Social en Galicia, un total de 82.086, ya es prácticamente el mismo que en octubre de 2019, por lo que se ha mantenido el mismo número de empresas y con más gente empleada “que antes de la crisis”.
El rey Felipe VI destacó en el Museo de Galicia del Gaiás la “gran capacidad de adaptación y superación” demostrada por los empresarios ante la pandemia, que exigió respuestas para las que “no había un manual, una guía, que marcara los pasos a seguir”. En su discurso en el almuerzo por los 40 años de la CEG, en el que ha estado acompañado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, resaltó además el valor de la democracia para impulsar el desarrollo de los países.
Porque, aparte de establecer un marco de convivencia, sirve para “canalizar las discrepancias y propiciar los acuerdos” y para “activar la creatividad humana” en todos los órdenes. Incluyendo el empresarial “en un espacio estable de libertad y de responsabilidad, de derechos y deberes”, apostillaba.
El rey situó esta “fructífera experiencia” de cuatro décadas como el “verdadero ejemplo” de lo que vale la democracia, algo de lo que cree que la Galicia actual es “buena prueba”. Un período en el que tanto España, como Galicia y los empresarios gallegos “han sufrido situaciones difíciles que obligaron a adoptar decisiones igualmente complejas”, alegó.
Actualmente, tanto la economía como el tejido empresarial están “en fase de recuperación”, ha constatado el monarca, después de una pandemia sin precedentes que exigió lo mejor de las personas “como miembros de una misma comunidad”. “La Galicia de hoy, como ocurre en el resto de España, es consecuencia de un logro colectivo en el que los emprendedores han tenido un papel fundamental”, apuntó.
Felipe VI relacionó este avance con la “democracia” y el autogobierno que también inauguró Galicia hace 40 años, con el que se abrieron en la comunidad “nuevos horizontes”. De hecho, recordó que las instituciones gallegas celebraron recientemente la aprobación del Estatuto de Autonomía de Galicia y las primeras elecciones autonómicas y que “no es casual” que estos hitos coincidan en el tiempo con la fundación de la CEG porque el empresariado gallego no quiso “ser ajeno” a ese “momento inaugural”.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se refirió a la “estabilidad institucional” como factor que permite tanto a las democracias como a las empresas alcanzar “su plenitud”. Del mismo modo, incidió en que “sin democracia, la empresa juega en un terreno arbitrario, repleto de obstáculos y aislado del mundo”, mientras que “sin empresas, la democracia adolece del dinamismo y el bienestar necesario para completar la libertad”.
Así se manifestó el mandatario autonómico en la celebración de los 40 años de la CEG, un acto en el Museo Centro Gaiás de Santiago.
Feijóo ha aprovechado la presencia de autoridades civiles y políticas estatales, entre ellas la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para reclamar “un plan b” ante la transición ecológica y energética. “Nos equivocaríamos estrepitosamente si dejamos en la estacada a 16.500 empleos de sectores estratégicos como las electrointensivas, las centrales térmicas o la cadena forestal por no planificar la llegada del nuevo paradigma”, aseguraba, al tiempo que ha pedido un reparto de los fondos europeos Next Generation con “criterios objetivos y transparentes”.
El presidente de la Xunta celebró las cuatro décadas de la patronal gallega, que coinciden precisamente con los 40 años de autogobierno gallego. Así, ha comparado ambas efemérides para destacar el crecimiento económico de la comunidad, que en 1981 era la tercera “más pobre” de toda España y que en 2021 cuenta con “una posición de liderazgo” en sectores como la pesca, el lácteo, el forestal, el textil y la automoción.
“Hoy hablamos de una Galicia internacionalizada que pasa de los 836 millones de euros de exportaciones en aquel año a más de 22.000 millones de euros antes de la covid. Una Galicia abierta al mundo, con un incremento del 483 por ciento de los pasajeros en sus aeropuertos o un 182 por ciento el tráfico de mercancías. Y una Galicia emprendedora, pasando de constituir casi 800 sociedades en el año que nació la CEG, a cerca de 3.800 el año antes de la pandemia”, explicaba.
En definitiva, Feijóo ha apelado a la “estabilidad” y al “compromiso empresarial” que hizo progresar a Galicia como la mejor fórmula para encarar la reconstrucción social y económica tras la pandemia de la covid-19.
