Galicia

Gasolineras de la Galicia rural echan el cierre al no poder hacer frente al adelanto de 20 céntimos

    • 03 oct 2022 / 01:00
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    Después de atravesar una pandemia en la que los empleados de las gasolineras gallegas terminaron, como los de otros tipos de negocio, en el ERTE, y donde los propietarios de las mismas tuvieron que hacer frente a la atención en solitario, de siete de la mañana a once de la noche, sin parar por considerarse un servicio esencial y trabajando a pérdidas porque no había coches en la carretera que necesitasen repostar, ahora llega la estocada final: la famosa bonificación de 20 céntimos por litro que, a pesar de ser anunciada por el Gobierno, tiene que ser adelantada por el propio gasolinero antes de recibir el importe gastado en un plazo medio de mes y medio o dos meses después.

    En un momento en el que los precios de las cisternas de combustible varían casi a diario, la incertidumbre reinante en el sector se ve todavía más destacada por este adelanto del bolsillo de los propios dueños de estaciones de servicio. ¿Cómo sobrevivir a esto? Pues, tal y como ha podido comprobar EL CORREO hablando de primera mano con dos propietarios de gasolineras del rural: o eres una estación grande de una franquicia, una ‘low cost’ o, en caso contrario, si no tienes ahorros, están avocado al cierre.

    Y es que hoy en día ser gasolinero es como ser inversor en bolsa. Compras barato y vendes caro o, un día te sale mal, y compras caro pero tienes que vender barato. “El problema ahora mismo es que las diferencias entre un pedido y otro son criminales, a lo mejor vas a pedir una cisterna un día y a la semana siguiente o incluso a los dos días tienes ya una diferencia de cinco céntimos por litro, así que gestionar eso es muy difícil, como jugar todos los días en bolsa”, nos confiesa Ramón Viña, de la estación de Portomouro.

    De hecho, afirma que “hay unos dientes de sierra que se mueven hacia arriba o hacia abajo y que hacen muy complicado saber en qué día te encuentras: lo que implica que si una semana subes algo el precio porque no compraste bien, y el de al lado pone en el monolito un precio más bajo, tú también vas a tener que bajarlo aún reduciendo mucho el margen de beneficios para poder competir, sino no tienes clientes”.

    Con esta visión es coincidente Francisco Cortizas, de la gasolinera de Irixoa, que explica que “una gasolinera en la ciudad de A Coruña, donde hay un volumen de tráfico muy alto, tiene ventas muy altas que le permiten adaptarse mejor a los cambios de precios que las rurales”. Porque “a lo mejor compra una cisterna de combustible al día, por lo que puede actualizar sus precios conforme al mercado cada día”, pero “yo compro una cisterna el lunes y a lo mejor me dura toda la semana, por lo que si compro caro el lunes y mi competencia baja el precio a lo mejor entro en pérdidas, o eso o lo dejo alto para que el cliente me llame ladrón y no lo compre”.

    Ambos aseguran que a día de hoy los márgenes de beneficio son muy pequeños, y cada día se reducen más. Para muchos gasolineros del rural, ya no resulta rentable. De hecho, el presidente de la Fegaes, Julio López, confiesa a EL CORREO que ya hay estaciones de servicio pequeñas en el rural que han empezado a echar el cierre: “Ya han cerrado tres en Galicia”.

    confianza del cliente

    ··· “Nosotros lo que buscamos es que la gente vea realmente lo que está viviendo nuestro sector. Hay mucha confusión con las gasolineras. La gente confunde gasolinera y pequeño empresario que tiene una estación de servicio con la propia petrolera. Es como si vas a un bar que tiene un toldo de Coca-Cola y te crees que estás en la sede de Coca-Cola. No es así. Con las gasolineras tampoco. El 90 %, sino más, de los gasolineros de España somos pymes, y si ves que en nuestro logo aparece la marca de Repsol al final eso solo es imagen, pagamos para tenerla. Al final la empresa no deja de ser de tu vecino el del pueblo, que no es millonario ni mucho menos. Solo somos pequeños negocios que intentamos ganar dinero, porque al final somos empresas, pero dando un buen servicio al cliente”, asegura Fran Cortizas, de la estación de servicio de Irixoa.

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