Agosto modera la subida de la inflación, con el precio de los alimentos disparado
Con medio punto por debajo del dato de julio, el IPC todavía se mantiene por encima del 11 %, un registro más alto que la media nacional, del 10,5 %
Agosto es el mes del año preferido para muchas personas. Y, desde ahora, podría serlo también de muchas otras. Y es que en medio de una crisis de precios que mantiene ahogadas a familias, empresas y autónomos, cualquier pequeña mejora de la economía, por leve que sea, es celebrada como una gran victoria. Es el caso de lo sucedido el pasado mes estival con la inflación. En concreto, agosto cerró con el IPC gallego en el 11 %, justo medio punto por debjo de la media registrada en el mes de julio (11,5 %), aunque medio punto por encima de la media de España (10,5 %).
Así, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), podría concluirse que agosto ha traído consigo una moderación de esa subida desenfrenada que llevaba consigo la curva del IPC. Ahora bien, la mejora no ha sido tanta como para poder decir que los bolsillos de los gallegos ya están notando una bajada de precios. Y es que, lejos de ser así, incluso hay necesidades básicas, como los alimentos, que no cesan en su encarecimiento.
EL COSTE DE LECHE, QUESOS Y HUEVOS ESTÁ DESBOCADO. Por grupos, los alimentos, precisamente, y las bebidas no alcohólicas incrementaron su precio un 12,4 % en los últimos doce meses, mientras que las bebidas alcohólicas y el tabaco aumentó un 6,1 %. Dentro de los alimentos, cabe destacar los incrementos de precios de la leche, los quesos y los huevos (mayores este mes que en 2021); la carne (frente a la estabilidad con la que gozó el año anterior); y el pan y los cereales (con un aumento superior al de agosto del año pasado).
Otras necesidades de las que no se puede prescindir, como el vestido y el calzado, crecieron un 5,6 %, mientras que la vivienda es el componente que más se incrementó, con diferencia, llegando a un 29,2 %. El precio de la energía sigue jugando un papel fundamental en esta partida.
El menaje (+ 8,7 %), la medicina (+ 1 %), el transporte (+ 11,4 %), el ocio y la cultura (+ 3,7 %), la enseñanza (+ 1,4 %) o los hoteles, los cafés y los restaurantes (+ 9,3 %) también aumentaron su precio en el mes de agosto, mientras que las comunicaciones, como viene siendo habitual, son el único componente del IPC que bajó de precio, en un 2,2 %. Bien es cierto que tanto las subidas de hoteles como de la restauración e incluso del ocio eran esperables, pues agosto es el mes vacacional por excelencia y ante la subida de la demanda, los precios se encarecen.
DATOS NACIONALES. A nivel nacional, la inflación subió tres décimas en agosto en relación con el mes anterior, pero moderó su tasa interanual tres décimas, hasta el 10,5 %, manteniéndose en niveles nunca vistos desde hace más de 30 años, siempre según datos del INE.
El organismo elevó así el dato que avanzó a finales del mes pasado, cuando estimó un IPC del 10,4 %. También elevó dos décimas el aumento mensual adelantado, desde el 0,1 % al 0,3 %. El dato de agosto es, por su parte, tres décimas inferior al pico de inflación alcanzado el pasado mes de julio, cuando el IPC se situó en el 10,8 %, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
Así, con la moderación de tres décimas registrada por el IPC interanual en agosto, la inflación acaba con una racha de tres meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual: en mayo escaló hasta el 8,7 %; en junio superó los temidos dos dígitos (10,2 %) y en julio se disparó hasta el 10,8 %. Agosto es, por tanto, el tercer mes consecutivo en el que la inflación supera las dos cifras.
El grupo que más presiona hacia la baja es el transporte, con una tasa del 11,5 %, cuatro puntos y medio inferior a la del mes anterior, debido al abaratamiento de los carburantes y lubricantes, frente al aumento registrado en agosto de 2021.
Por elementos, aquellos que más subieron su precio en agosto con respecto al mismo mes de 2021 fueron los combustibles líquidos (79,1 %), otros aceites (71,2 %), la electricidad (60,6 %), las harinas y otros cereales (39 %) y la mantequilla (31,8 %). Por el contrario, los que más bajaron de precio fueron los peajes y aparcamientos (20,5 %), los servicios de telefonía móvil (6,3 %), los equipos de telefonía móvil (5,1 %), los equipos audiovisuales (4,9 %) y los ordenadores personales (4,6 %).
Respecto a la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, el INE la mantiene en el 6,4 %, tres décimas más que la registrada en julio y la más alta desde enero de 1993. Y el IPC Armonizado (que permite hacer comparaciones con otros países europeos) se sitúa en torno al 10,5 %, dos décimas inferior al del mes anterior.
EL GOBIERNO ESTIMA QUE SE MANTENDRÁ LA SENDA DE LA DESACELERACIÓN. Fuentes del Ministerio de Economía señalaron tras conocerse los resultados este martes que, en principio, el IPC debería seguir esta senda de desaceleración en los próximos meses, y añadieron que los picos de inflación se registraron el pasado marzo, cuando Putin inició la guerra; y en junio, cuando Rusia redujo el suministro de gas a Europa.
Respecto a la desaceleración de la inflación, las mismas fuentes subrayaron que “coincide con la puesta en marcha de los paquetes de medidas del Gobierno, lo que demuestra la eficacia de las medidas adoptadas”.
En esta misma línea, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, también previó ayer una estabilización de los precios y una “ligera” disminución en los próximos meses, con una reducción “significativa” en 2023, en un contexto marcado por la guerra de Ucrania y por una “muy alta volatilidad” en los precios.
“Estamos ahí, en una situación en la cual yo creo que la estabilización de los precios y una ligera disminución en los próximos meses es lo que es previsible que se produzca, al menos, según los análisis, por ejemplo, del Banco Central Europeo (BCE), con una reducción significativa en el año 2023”, afirmó Planas en declaraciones para Antena 3 Televisión.
En este sentido, puso como ejemplo que en el campo agroalimentario se está viendo una bajada en el precio de los cereales, que se había elevado “muchísimo” en los últimos meses, al tiempo que el índice alimentario de la FAO muestra una reducción del precio de productos alimentarios durante cuatro meses consecutivos.
“Eso es buen signo, pero evidentemente hay que ser muy prudentes y estar muy atentos, y sobre todo, también atentos en la respuesta a los temas para ayudar efectivamente a quien lo necesite”, añadió.
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, insistió en “prestar mucha atención” a la incidencia que tiene la inflación en el día a día de los ciudadanos y reiteró que el Gobierno está impulsando medidas para estabilizarla.
De este modo, la ministra abogó por “entender y gestionar con cuidado” la propuesta de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de alcanzar acuerdos con las grandes distribuidoras para topar precios de productos y alimentos básicos. “Si uno no introduce las cautelas adecuadas, a lo mejor lo que encontramos son efectos indeseados”, avisó.
• La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) puso de manifiesto la necesidad de evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios “se retroalimenten entre sí”, para no producir efectos de segunda ronda que lleven a la economía española a una espiral inflacionista.
• UGT reiteró la necesidad de subir los salarios e implementar otras políticas destinadas a incrementar el poder adquisitivo de las familias ante el “excesivo” nivel de los precios en España. También instaron al Gobierno a tomar medidas que moderen el “desorbitado” precio de algunos productos de primera necesidad, como se hizo con los test.
• CC OO pidió a las empresas que “jueguen un papel responsable” y no suban precios para mantener o mejorar su margen de beneficios, pues ello contribuiría a evitar efectos de segunda ronda; y planteó la necesidad de desbloquear la negociación colectiva para subir los salarios.
Poner tope al precio de los alimentos básicos es una medida “que ni vemos ni compartimos”, asegura a EL CORREO Miguel López, secretario xeral de la Unión de Consumidores de Galicia (UCGal), que apunta a que, por un lado, “podrían conseguirse resultados más directos para el consumidor sin tantas complicaciones, con otras fórmulas como la rebaja del IVA” y, por el otro, “porque no tenemos claro que esta pudiera ser una medida realmente efectiva y que trajese consigo los efectos positivos esperados, pudiendo, por contra, traer aparejado algún efecto adverso”.
Así las cosas, la propuesta de la UCG para ayudar a las familias a tener una cesta de la compra equilibrada en un contexto de crisis de precios como el actual pasa por rebajar el IVA de algunos productos que todavía no lo tienen superreducido, como es el caso, ejemplifica López, del pescado o de la carne, a los que se aplica el 10 % de IVA cuando “perfectamente podría rebajarse al 4 %”. “Es lo mismo que se ha hecho con otros productos como la electricidad o el gas”, dice. Además, justifica esta propuesta en el hecho de que “en palabras del propio Ejecutivo, ya se han alcanzado los objetivos de recaudación previstos para este año”.
Para el secretario xeral de la UCG, topar el precio de los productos “traería consigo un problema significativo en el proceso de retribución a los productores, que son los primeros eslabones de la cadena”. Teniendo en cuenta que los costes de producción actualmente ya son muy altos, “muchos productores no podrían asumirlos, dejarían de producir, habría escasez de productos y, entonces, llegaríamos a lo contrario de lo que se pretende lograr: se produciría un incremento de precios”, puntualiza.
Por lo que respecta a la cabida legal de la propuesta, López considera que “desde el punto de vista de la competencia no podría llevarse a cabo”, porque “sería contraria a las reglas de la libre competencia, además en un mercado que no tiene grandes problemas de esa naturaleza”. “No estamos hablando del sistema bancario, que tiene una gran concentración de entidades financieras; en el caso de Galicia, además del comercio local y de proximidad, de los mercados y plazas, hay al menos nueve grupos de distribución que operan en la comunidad, lo que permite que si uno tiene un alto precio puedas cruzar la calle y comprar en otro establecimiento”, concluye.