Reino Unido

El Parlamento británico sepulta a Boris Johnson en el debate sobre el informe del ‘Partygate’

La aprobación del informe supone la retirada a Johnson de su derecho a acceder al Parlamento y confirma la suspensión simbólica de 90 días como miembro de la Cámara

Boris Johnson.

Boris Johnson. / EP

Lucas Font

El guión del debate sobre las conclusiones del informe del ‘Partygate’ ha seguido este lunes la línea prevista. La oposición al completo y una gran mayoría de diputados conservadores han mostrado su apoyo al comité de privilegios, que concluyó que el exprimer ministro Boris Johnson mintió al Parlamento al negar que se incumplieran las normas del confinamiento en las múltiples fiestas celebradas en Downing Street durante la pandemia. La aprobación del informe supone la retirada a Johnson de su derecho a acceder al Parlamento y confirma la suspensión simbólica de 90 días como miembro de la Cámara, que no se cumplirá después de que el exprimer ministro renunciara a su cargo.

Los diputados laboristas han cargado con dureza contra Johnson, al que han echado en cara su actitud "irresponsable" e "infantil" al no reconocer los errores cometidos y al negarse a ofrecer una disculpa a las familias de los más de 220.000 fallecidos durante la pandemia en el Reino Unido. La primera en hacerlo ha sido la líder parlamentaria del partido, Thangam Debbonaire, quien ha exigido a los parlamentarios conservadores que se pregunten cuál será la reacción de las familias antes de arriesgarse a “deshonrar” a sus electores votando en contra del informe.  

Ataques antidemocráticos

La oposición ha defendido las sanciones propuestas por el comité de privilegios después de que Johnson acusara a sus siete miembros —cuatro de ellos conservadores— de actuar bajo el prejuicio y el sesgo político. Unas acusaciones que han sido interpretadas como un ataque a las instituciones democráticas y a la imparcialidad de los responsables de la investigación, que acordaron aumentar la suspensión a 90 días como respuesta. La presidenta del comité, la laborista Harriett Harman, ha justificado la sanción asegurando que los ataques del exprimer ministro “socavan el proceso democrático de la Cámara”.

El apoyo al comité, que ha reconocido haber sufrido presiones para condicionar su veredicto, también se ha extendido a diputados conservadores, que confían en pasar página al escándalo lo antes posible. Entre ellos la exprimera ministra Theresa May, quien ha agradecido el trabajo de sus miembros. “El informe del comité es importante, el debate es importante y la votación es importante. Si la gente nos ve haciendo normas para ellos y actuando como si no fueran para nosotros, la confianza hacia el Parlamento se verá minada”, ha asegurado. 

Por su parte, algunos de los aliados más cercanos de Johnson han aprovechado el debate para acusar a los responsables de la investigación de falta de pruebas a la hora de elaborar sus conclusiones. El ultraconservador Jacob Rees-Mogg, uno de los más acérrimos defensores del Brexit y ministro en el Gobierno de Johnson, ha defendido los ataques del ex ‘premier’ al comité, al que ha comparado con la “China comunista”. “Es absolutamente legítimo criticar a los miembros de la comisión. Eso es política”, ha dicho el diputado conservador tras calificar la sanción como “vengativa, salvaje y brutal”. Unos argumentos que han compartido pocos de sus colegas conservadores, evidenciando las divisiones dentro del partido.

Ausencia de Sunak

La sesión ha estado marcada por la ausencia de los principales miembros del Gobierno, entre ellos el primer ministro, Rishi Sunak, quien ha alegado problemas de agenda para no asistir a la Cámara. Una ausencia que ha despertado las críticas de la oposición pero que le ha ahorrado tener que posicionarse públicamente en este asunto. El voto en contra de las conclusiones del comité hubiera tenido un impacto significativo en su imagen, mientras que el voto a favor le habría enfrentado todavía más con Johnson y sus aliados, con los que mantiene un intenso pulso desde que provocó la caída del exprimer ministro. 

El objetivo de Sunak es pasar página cuanto antes a los escándalos del ‘Partygate’ para tratar de remontar en unas encuestas que no sonríen al Partido Conservador. Algo que por ahora está lejos de conseguir, después de que este fin de semana saliera a la luz el vídeo de una fiesta organizada en diciembre de 2020 por miembros de la campaña del candidato conservador a la alcaldía de LondresShaun Bailey, quien fue nombrado miembro de la Cámara de los Lores hace apenas unos días a petición de Boris Johnson. La primera prueba de fuego de Sunak será a mediados de julio, cuando se celebrarán las elecciones parciales en dos de las circunscripciones que han quedado vacías tras las dimisiones de los últimos días, entre ellas la del propio Johnson.