Cumbre en Lituania

Los líderes de la OTAN buscan vías para simplificar la adhesión de Ucrania

El ingreso del país, atacado hace año y medio por Rusia, sigue estando a día de hoy descartado aunque tiene una promesa firme

Jens Stoltenberg.

Jens Stoltenberg. / EFE

Silvia Martinez

El proceso de adhesión de Ucrania a la OTAN vuelve a dominar la agenda de los líderes de la Alianza Atlántica en la cumbre que celebran este 11 y 12 de julio en Vilnius (Lituania). El ingreso del país, atacado hace año y medio por Rusia, sigue estando a día de hoy descartado -aunque tiene una promesa firme de adhesión desde 2008- así el objetivo es hacer nuevos gestos hacia Kiev acercándolo “todo lo posible” a la organización trasatlántica por medio de un plan multianual de asistencia militar, para acelerar la interoperabilidad de las fuerzas armadas ucranianas y aliadas, y un nuevo consejo OTAN-Ucrania en que aliados y ucranianos se sentarán de igual a igual y cuya reunión inaugural tendrá lugar este martes con el presidente Volodimir Zelenski presente. 

“Todos los aliados están de acuerdo en que Ucrania se convierta en miembro de la Alianza y confío en que en la cumbre se tomen decisiones firmes y positivas”, ha dicho el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en vísperas de la cita, mencionando la posibilidad de suprimir el plan de acción para la adhesión. Eliminar este paso, algo que el ministro de exteriores ucraniano, Dimytro Kuleba ha dado por hecho pero según el noruego está todavía en “consultas”, permitiría simplificar el proceso de adhesión ya que Kiev no tendría que participar en un programa destinado a demostrar las reformas militares, económicas y políticas necesarias antes de unirse al club aliado.

Según Stoltenberg, de esta forma se daría una “señal muy clara de que la adhesión a la OTAN es realmente posible cuando las condiciones lo permitan”, ha explicado el noruego durante una comparecencia previa junto al presidente lituano, Gitanas Nauseda. “Ucrania necesita señales muy concretas sobre el hecho de que, una vez que las condiciones lo permitan, se convertirá definitivamente, no sobre el papel sino de verdad, en miembro de la OTAN”, ha añadido el noruego insistiendo en que se tomarán decisiones cuando los 31 aliados estén de acuerdo. 

“La OTAN es una organización de consenso y espero que podamos encontrar un compromiso”, añadido el político lituano que ha avisado de que aunque la OTAN llegara a acordar que Ucrania puede incorporarse a la organización tendría por delante un largo proceso de ratificación y que lo importante en Vilnius es pasar de la teoría a la práctica. Según Nauseda, el tiempo de las promesas ha terminado y lo que debe salir de Lituania es una señal fuerte. “La perspectiva de una adhesión es extremadamente importante para un país que ha estado luchando heroicamente contra el mostruo ruso durante casi un año y medio”, ha recordado.

¿Chantaje de Erdogan con Suecia?

Además de redefinir la relación con Ucrania y darle perspectivas más reales de adhesión, Stoltenberg también espera que la gran cita de este martes y miércoles logre lo que ha sido imposible desde hace un año: desbloquear la adhesión de Suecia a la OTAN. El noruego, que ha vuelto a recalcar que Estocolmo ha cumplido con todas las condiciones comprometidas en el Memorandum firmado en julio del año pasado en Madrid, sigue insistiendo en que es posible “tener una decisión positiva” y ha instado a utilizar el “ímpetu” que da la cumbre para avanzar todo lo posible. 

La tarea, sin embargo, parece a priori algo más complicada de lo que parecía el viernes cuando Stoltenberg aseguraba que exisítía una ventana de oportunidad y que el acuerdo político estaba al “alcance” de la mano. “Primero, abrid el camino de Turquía a la Unión Europea, y luego, como hicimos antes con Finlandia, allanaremos también el camino a Suecia”, ha avisado poco antes de despegar de Estambul (Turquía) hacia la capital lituana el presidente turco, Tayyip Erdogan, que se reúne este lunes con Stoltenberg y con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, para tratar de allanar el camino.

“Apoyo las ambiciones de Turquía de convertirse en miembro de la Unión Europea. Al mismo tiempo, tenemos que recordar que lo que acordamos en Madrid fue una lista específica de condiciones que Suecia tiene que cumplir para ser miembro de pleno derecho de la alianza y Suecia ha cumplido estas condiciones”, ha respondido el político noruego en alusión a la eliminación de las restricciones a la exportación de armas, la reforma de la Constitución y el refuerzo de las leyes antiterroristas. También la Comisión Europea ha reaccionado a las palabras de Erdogan para dejar claro que los procesos de adhesión a la OTAN y a la UE son dos procesos “separados” que no pueden vincularse. 

Más allá de la incorporación de Ucrania y Suecia, la cumbre tomará decisiones para reforzar los planes regionales de disuasión y defensa, con una nueva estructura que mantendrá en alerta a 300.000 soldados para defender hasta el “último centrímetro de territorio aliado”, y aumentar el gasto en defensa de forma que destinar el 2% del PIB, acordado en la cumbre de Gales en 2014, sea un suelo y no un techo. De momento, según el último balance, el gasto crecerá este año un 8,3% en el que será el noveno año de crecimiento consecutivo.