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Las lesiones conviven con los jugadores

Jesús Baleato

Jesús Baleato

Plaga de lesiones en el fútbol profesional y amateur. Se inicia la temporada con más lesionados que nunca y de gravedad. La famosa triada aparece con fuerza en la figura de los futbolistas y trunca el año deportivo de muchos. Las rodillas son el punto flaco. No son lesiones exclusivas de las figuras, sino que afecta, sin discriminación, a todo tipo de jugadores/ras.

Una de las evoluciones del fútbol es la exigencia competicional, cada vez se juega a más velocidad, a ritmo más alto y con muchos más partidos en las piernas. Los partidos se alargan, los cambios ritmo y de dirección suben, los viajes son constantes, el estrés aumenta y la salud del jugador se compromete. De los 3 kms que hacían antiguamente se pasa a los 10-12 de la actualidad.

Se controla el calzado, se entrena con calidad, terrenos en mejores condiciones, situaciones controladas y dominadas salvo el riesgo competicional y el fútbol es un deporte de riesgo, donde el practicante esta siempre expuesto. El futbolista se prepara para soportar las exigencias de la competición, sin lesionarse y no se da siempre. Existen desajustes en la competencia motriz del deportista que favorecen las lesiones.

Los campos, la vestimenta, el calzado, la calidad de los entrenamientos están controlados, pero nos queda el riesgo y las exigencias del tipo de deporte a practicar. La seguridad total no existe y podemos excusarnos en la mala suerte cuando no encontramos justificación a tantas lesiones, pero debemos reflexionar y no siempre hay explicación.

Se paga un alto precio. El coste de un jugador lesionado repercute en el deportista, en el equipo y en la sociedad.

La vuelta a los ruedos, después de la lesión, debe contar con la curación de la lesión, alta médica (fisioterapia), alta deportiva(readaptación) y el alta competitiva (volver a jugar). Los tiempos de recuperación, aunque están estandarizados, depende del jugador, cada uno es un mundo, pero todos coinciden en querer volver lo antes posible, a tener visibilidad en las alineaciones.

Cada vez se entrena más y mejor y el desarrollo, sobre todo, muscular es muy visible.

La capacidad de adaptación del tejido puede ser superada de forma secundaria a fuerzas repetitivas, excesivas, atribuibles a uno o a una combinación de factores de riesgo. Aquí englobamos los factores predisponentes, factores intrínsecos, extrínsecos y precipitantes. Cuantos más factores encontremos más posibilidades hay de lesión.

A nadie se le ocurre discutir el papel positivo que juega, en nuestro cuerpo, el ejercicio físico, el sistema metabólico, el circulatorio, óseo y muscular, es inseparable del ámbito psicológico y del emocional, formando un gran apoyo en cuatro pilares con los conceptos académico, personal, social y físico. Una de las mayores habilidades de los jugadores es la disponibilidad. Cuidarse para cada día jugar más y mejor.

De todos estos ingredientes no mencionamos la suerte y la suerte existe, se demostró científicamente. Ni cruzar los dedos ni tocar madera funciona. La suerte es una cuestión de actitud.

Conocer los límites de cada uno, probarse, divertirse mientras se ejercita y se cuida aumenta la autoestima y se lesiona menos.