Notas de actualidad

Ya en febrero

José Manuel García Iglesias

José Manuel García Iglesias

Curioso el modo de iniciarse este mes de Febrero. Su ser, frío y lluvioso, siempre desapacible, no se dejó ver todavía y las terrazas, como si fuese ya primavera, tienen un público inusual en estas fechas. Días agradables éstos para pasear por una ciudad como Santiago, con un paisaje humano diferente al de otros meses ya que peregrinos y turistas brillan por su ausencia, al igual que todo ese otro mundo, vinculado a nuestra Universidad, que trae hasta aquí a congresistas venidos de las más variadas partes.

Se puede decir que es la Compostela más próxima, la de todos los días, la de los vecinos, los estudiantes y todos aquellos que tienen aquí su lugar de trabajo los que le dan vida, a la espera de que, con una nueva primavera, está ciudad recupere su pulso como lugar buscado por peregrinos, turistas y tantas otras gentes. Y cuando apenas se ha descolgado de nuestras calles y plazas la iluminación de la Navidad empieza a ocupar su lugar la de los Carnavales, a la vuelta de la esquina, en un año que, al menos a mí me lo parece, discurre de una manera rauda.

Año bisiesto éste que le otorga, por lo tanto, un día más a Febrero, en el que el devenir ha dispuesto una nueva cita electoral, en este caso en clave autonómica. Tiempo, pues, para escucharnos, para saber por dónde queremos ir como país que somos, con entidad propia, es verdad, pero hermanados, así debe de ser, a los otros pueblos de España, en un camino democrático que nos hace a todos iguales ante la Ley, por supuesto, pero, también, en el derecho a tener oportunidades similares.

Votaremos los gallegos la constitución de un Parlamento del que nacerá un Gobierno de la Xunta muy pronto. En estos días los diferentes partidos políticos presentan sus propuestas. Incidirán en lo que les diferencia y sería bueno que se escuchasen los unos a los otros, que supiesen ver, y reconocer, la bondad que pueda haber en lo que dicen los demás para, llegado el caso, tenerlo en cuenta a la hora de gobernar. Y ojalá sea, en definitiva, una campaña electoral amable, sin descalificaciones que nada aportan.

Uno se pregunta hasta qué punto cada cual tiene previsto ya su voto, cual será el porcentaje de abstención, en qué medida afectará lo que acaece a nivel de Gobierno y Parlamento de España en estas elecciones. También, por supuesto, si se tendrá en cuenta el color, y por lo tanto la administración, de la entidad local desde la que se vota, habida cuenta de cómo van, en cada caso, las cosas. 

El inmediato devenir de Galicia, en lo que tiene que ver con su administración autonómica, se decide en este mes de Febrero. Ahora nos corresponde, a quienes vamos a decidir, escuchar y pensar lo que es mejor para nuestra tierra y, después, cuando corresponda, votar. Y, a partir de ahí seguir caminando como pueblo, con intereses propios a defender en el día a día.