Nuevo colapso en Urgencias: “Hay 38 pacientes esperando para ir a planta porque hay camas cerradas”

Omega denuncia nuevamente ante Inspección de Trabajo que los usuarios se acumulan en los pasillos para ser atendidos

Un helicóptero llegando al Hospital Clínico de Santiago de Compostela/ Antonio Hernández

Un helicóptero llegando al Hospital Clínico de Santiago de Compostela/ Antonio Hernández / natalia sequeiro

El sindicato médico Omega ha vuelto a llevar a Inspección de Trabajo la situación de las Urgencias en el Hospital Clínico. La doctora Fátima Nercellas, delegada de prevención de la central, asegura no recodar si es la quinta o la sexta denuncia que interponen. Según Nercellas a primera hora de la tarde de ayer, 13 pacientes esperaban en los pasillos para ser atendidos al no tener sitio en los cubículos. El problema radica en que esta zona ya estaba ocupada por enfermos que deberían estar ingresados. “Hay 38 pacientes esperando para ir a planta porque hay camas cerradas”, indica la doctora.

Según el sindicato Omega por falta de internistas, el Servizo Galego de Saúde (Sergas) mantiene clausurada toda una planta del Hospital do Barbanza en la que hay espacio para 30 pacientes. Además también existen otra treintena de camas que no están disponibles en el Hospital de Gil Casares. En el mes de junio dimitió el jefe de Medicina Interna del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), el doctor Antonio Pose, debido a la sobrecarga asistencial que sufría su departamento. En su denuncia ante Inspección, Omega culpa a la gerencia del área de la situación. “Su política de contratación llevó a la fuga de personal a otras áreas y comunidades, llegando a este punto”, asegura el sindicato.

Fátima Nercellas afirma que la situación de enfermos por los pasillos esperando para recibir atención médica ocurre prácticamente todos los días. Desde la gerencia del hospital reconocen que “en días pasados se registró un aumento de las patologías respiratorias y por consiguiente una mayor afluencia de pacientes, registrando picos de incidencia elevada”.

Según el Sergas en esos momentos “se adoptaron medidas extraordinarias para dar respuesta a las necesidades asistenciales que se produjeron en un momento puntual”. La gerencia del hospital considera que “se resolvieron con agilidad” y se trasladó a los pacientes que esperaban ingreso “con la mayor celeridad posible”. Nercellas no comparte el diagnóstico de lo ocurrido. Explica que el pasado martes el número de personas que esperaban para ser trasladados a una cama era tan alto que el coordinador del servicio “dio orden de sacar al pasillo de observación a todos los pacientes pendientes de ingreso en planta”. Los responsables, prosigue, llegaron a poner a trabajar en el pasillo a una enfermera y a una auxiliar con un carrito con las hojas de tratamiento de los pacientes. “Al día siguiente presentamos la denuncia”, indica .

Para la gerencia del CHUS, en estos momentos la afluencia al hospital es normal y “no se precisa de ninguna medida adicional”. Nercellas matiza que aunque los pacientes que esperan para subir a planta están en cubículos, sigue habiendo personas con estados graves en los pasillos. “Hay gente con traumatismos importantes, con cardiopatías, esperando para que les hagan pruebas, pueden estar así dos o tres horas”, indica la doctora. Según Omega una vez se decide que tienen que pasar a la planta pueden esperar hasta tres días en Urgencias antes de conseguir habitación. El Sergas lanza, sin embargo, “un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía” y recuerda que “si alguien va a Urgencias será atendido siempre, y en base a una prioridad que se determina de forma objetiva y asistencial”.

Requerimientos incumplidos

Omega afirma que la situación de las Urgencias en el Clínico es recurrente y que también afecta a otros hospitales de la red pública gallega. Para tratar de ponerle solución han derivado sus quejas a la Inspección de Trabajo en varias ocasiones. La normativa vigente en materia de seguridad y salud laboral establece que los lugares de tránsito y evacuación deben permanecer en todo momento expeditos, “por lo que no puede haber en ellos sillas, camillas ni mucho menos pacientes”, recuerda el sindicato médico.

Omega reclama a la Inspección “que se investiguen los hechos relatados en el cuerpo del escrito y, previa su comprobación e incoación del correspondiente expediente, se dicte resolución sobre los mismos, fijando a la responsabilidad a que haya lugar por parte de la empresa denunciada, conforme con la legislación aplicable al caso”. También pide que se tomen las medidas necesarias para subsanar las deficiencias y que se personen en el servicio de Urgencias y que establezcan “la sanción y requerimiento correspondiente, ordenando la paralización de la actividad si fuese necesario”.

La doctora Nercellas no se muestra, sin embargo, muy esperanzada con que la intervención de Inspección de Trabajo vaya a aliviar la situación de los pacientes. “Ya dictaron requerimientos con órdenes para tener los pasillos liberados que la gerencia tendría que cumplir, pero no lo hace”, indica. La delegada sindical recuerda que los enfermos que aguardan en Urgencias más tiempo del debido pueden sufrir un deterioro importante de su salud. “Si esperas tres horas para ser tratado de una neumonía no es lo mismo que si te la tratan enseguida”, ejemplifica.