D.E.P. Compostela: vecinos de Santiago lamentan el "fallecimiento de la ciudad" por la sobreturistificación

El turismo ha convertido la capital de Galicia en una de las ciudades de Europa con mayor presión turística sobre la población residente.

Esquelas aparecidas en el barrio de San Pedro

Esquelas aparecidas en el barrio de San Pedro / Cristina Marchán

Vecinos del compostelano barrio de San Pedro se encontraron esta mañana una curiosa forma de protestar contra la sobreturistificación que vive año tras año la ciudad del Apóstol. En concreto, aparecieron pegadas a lo largo de la calle diversas esquelas en las que se podía leer "D.E.P. Cidade de Compostela. A veciñanza lamenta o seu pasamento por sobreturistificación", junto a una oración reivindicativa pidiendo el cambio de modelo de turismo que ha adoptado la ciudad en los últimos años.

Oración de la esquela:

Peregrino posto que estás na meseta

Desmitificado sexa o teu nome

Veña a ti o silencio

Trágate a túa soberbia

Tanto na terra como no ceo

Merca local, non no Día

E devólvenos a nosa vivenda

Como tamén nós che devolvemos os teus residuos

Volve xa pra túa casa

E líbranos do mal

Amén.

Calles abarrotadas en las que literalmente se impide "el paso físico", ruina del comercio local o tradicional, proliferación de las viviendas de uso turístico (VUT), subida exponencial del precio del alquiler, basuras apiladas, cambios en la oferta hostelera... Estas son algunas de las consecuencias de un turismo que ha convertido a Santiago de Compostela en una de las ciudades de Europa con mayor presión turística sobre la población residente. La cifra de pernoctaciones por habitante (98.000 personas censadas) supera, de hecho, a ciudades como Londres, Roma, Madrid o Barcelona.

Peregrinos camino al Obradoiro por el barrio de San Pedro.

Peregrinos camino al Obradoiro por el barrio de San Pedro. / ECG

Compostela cerró 2022 con 838.594 visitantes y más de un millón y medio de pernoctaciones (según datos del Instituto Nacional de Estadística) mientras la cifra de llegadas al aeropuerto de Lavacolla superó con creces los porcentajes que registraba antes de la pandemia (un total de 3.236.619 pasajeros) y la Oficina del Peregrino expidió el pasado año un total de 438.000 compostelas, la cifra más alta de su historia. Y tras el récord de 2022, este año marca una clara tendencia al alza: los datos de Semana Santa reflejaron una ocupación hotelera que rondó el 85% y entre enero y marzo llegaron a la capital de Galicia 121.694 personas.

Mientras, los compostelanos demandan un turismo sostenible y algunas asociaciones de vecinos denuncian que se está imponiendo un modelo de ciudad que "sólo genera molestias" y que "no repercute económicamente" en la vida diaria de los residentes, especialmente en el Casco Histórico y en barrios como el de San Pedro, entrada natural de los peregrinos. "Llevamos avisando de esta problemática desde hace ocho años. El turismo desborda la vida en algunos barrios. Somos una ciudad pequeña y hay servicios que no se mejoran porque el dinero se destina a acoger a todos los turistas que vienen", apunta Mercedes Vázquez, vocal de la asociación de vecinos A Xuntanza.

Desde la asociación, ante la "inacción" de las administraciones intentan ser "proactivos". Por ello, el año pasado elaboraron un decálogo de Buenas Prácticas que incluye diez medidas básicas para promover la convivencia entre turistas y residentes. "Hay un rechazo general a los peregrinos y turistas porque en mi barrio entre el 80% y el 90% de la gente no vive del turismo. Se nos está imponiendo un modelo de ciudad que solo genera problemas. Ya nadie quiere pasear por el casco viejo, existe un desapego a ciertas zonas que se han convertido en un "parque temático", explica Vázquez.