La Catedral recupera hoy el abrazo al Apóstol aunque recomienda no besar el santo

La Catedral de Santiago recuperará desde esta mañana el tradicional ritual del abrazo al Apóstol, que quedó suspendido temporalmente cuando se declaró la pandemia en marzo de 2020. Así, a partir de las 10.30 horas, el camarín del Apóstol Santiago, ubicado en la Capilla Mayor de la basílica compostelana, quedará de nuevo abierto al público, por lo que se podrá realizar de nuevo el rito del abrazo. Los primeros en acceder serán los miembros del Cabildo catedralicio. A continuación, quedará a disposición de todos los fieles que lo deseen. A partir del jueves, el horario general de acceso será de 08.30 horas a cierre de la Catedral, a las 21.00 h, si bien deberá cortarse el tránsito coincidiendo con la celebración de la Misa del Peregrino en el altar mayor.

Para acceder al camarín del Apóstol se ha habilitado un recorrido que, accediendo a la Catedral por la puerta de la Azabachería, permitirá venerar el Sepulcro que custodia los restos mortales del santo, para, a continuación, subir al camarín del abrazo. La salida se realizará por la puerta de Abades, en la parte superior de la plaza de A Quintana. En lo relativo al rito del abrazo, el Cabildo metropolitano recomienda en un comunicado evitar besar la imagen y el contacto directo con la cara.

El acceso al camarín del Apóstol quedó cerrado al público el 13 de marzo de 2020, como consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia por covid-19. Desde entonces nadie había vuelto a realizar este ritual hasta que el pasado 3 de junio tomó posesión el nuevo arzobispo de Santiago. Al término de la ceremonia, monseñor Francisco Prieto, invitado por el Cabildo, subió al camarín y abrazó al santo, a lo que siguió un sonoro aplauso por parte de los cientos de asistentes.

Se trata de un rito, detalla la Xacopedia, surgido “del afán popular por sentir la cercanía física de Santiago tras el esfuerzo de la peregrinación”, aunque no es necesario para ganar el jubileo. Solo compiten con él, añade, la imposición de manos en la columna del parteluz del Pórtico de la Gloria -suspendido en 2007 para proteger de su acelerado deterioro este conjunto único- y el ritual de paso por la Puerta Santa -solo realizable durante los años jubilares-, ambos también en la Catedral. “Pero ninguno de los dos tiene la antigüedad ni la fuerza emotiva del abrazo”, argumenta.