Un vecino de la zona vieja compostelana se encara con unos peregrinos que cantaban en la calle

El hombre reciminó a un grupo de estadounidenses por el ruido que estaban provocando con sus cánticos cerca del Obradoiro y que interrumpió de forma abrupta su descanso

Un vecino de la zona vieja se encara con un grupo de peregrinos

Miguel Rodríguez Taboada

Enésimo enfrentamiento en las calles más transitadas de la zona monumental de Compostela como consecuencia del ruido provocado por unos peregrinos. En esta ocasión, era un vecino del casco histórico el que se encaraba en torno a las once de la mañana de ayer con un grupo de norteamericanos que transitaba por la Rúa Xelmírez, pasado el cruce con la Rúa Nova, portando banderas de Estados Unidos encabezando la marcha. 

Los cánticos a voces de estos caminantes soliviantaron al hombre, que salió a recriminar su actitud ante las miradas atónitas de estos visitantes. La escena recogida en un vídeo muestra escenas de tensión por la actitud desafiante del vecino de Santiago, que arremetió de manera vehemente contra los peregrinos.

Al parecer, y según testigos presenciales, el choque ya había comenzado una media hora antes, momento en el que el individuo echó un cubo de agua desde su vivienda a los estadounidenses, cuando éstos se dirigían hacia la Praza do Obradoiro. Un incidente el de ayer que no viene sino a confirmar que los choques entre visitantes que no respetan el descanso de los habitantes de la ciudad se han visto incrementados con la llegada masiva de peregrinos, muchos de ellos en grandes grupos, que acompaña cada año la época estival.

El Código de Buenas Prácticas puesto en marcha por Raxoi, visible en la mantelería de restaurantes de la ciudad, marquesinas o traseras de autobuses urbanos, busca reducir estas consecuencias indeseables del turismo de masas, que provoca continuos altercados con la vecindad a causa del ruido y otras actividades incívicas, como pintadas en el patrimonio, incluso en el mismo Obradoiro, donde se ha llegado a practicar algún pícnic, o la escalada por la Puerta Santa en la Praza de A Quintana protagonizada por un individuo a principios de julio, quien trepó por la estructura, poniendo en riesgo las esculturas obra del Mestre Mateo consideradas Patrimonio Mundial por la Unesco.

Por el momento, sin embargo, no parece que ese código se haya popularizado entre los visitantes y, lo que es más importante, que haya contribuido a concienciarles de que están recorriendo una ciudad patrimonial, en la que es de suma importancia respetar tanto los espacios y edificios públicos como la vida cotidiana de sus habitantes y su descanso, algo que se recalcaba en la presentación de esta iniciativa puesta en marcha por Raxoi.

Entre los motivos, y tal y como publicaba este periódico este mismo lunes, pueda estar el hecho de que por ahora su contenido parece ser un gran desconocido tanto para la mayor parte de vendedores y hosteleros compostelanos como para algunos peregrinos que accedían al Obradoiro desde la Rúa de San Pedro y en el entorno de A Quintana.

Con apenas una semana desde su puesta en marcha, habrá que darle un margen de tiempo para que su contenido se vaya extendiendo entre los visitantes de Santiago. Por ahora, el balance que se hace desde el Concello es positivo, ya que según apuntaba este martes la concejala de Turismo, Míriam Louzao, “recibimos numerosas solicitudes, tanto de locais hosteleiros como comerciais que se queren sumar a este traballo de sensibilización, que pretende beneficiar a todos, xa non só aos veciños e veciñas, senón aos que visitan Compostela e o queren facer cun ambiente agradable”.

También en el barrio de San Pedro llevan tiempo abogando por una convivencia pacífica entre los residentes y los turistas, y ya el año pasado desde la asociación Xuntanza elaboraron un décalogo de buenas prácticas que fomente un turismo sostenible frente a un modelo que consideran que únicamente genera molestias