Los hosteleros logran estabilizar sus plantillas a pesar de la escasez de personal cualificado

Más de 440 personas, principalmente camareros y auxiliares de cocina, demandan un puesto de trabajo en Santiago

Dificultades para encontrar profesionales de temporada

Aspecto que ofrecía ayer la compostelana rúa da Raíña, una de las que más establecimientos hosteleros concentra de la ciudad / antonio hernández

Aspecto que ofrecía ayer la compostelana rúa da Raíña, una de las que más establecimientos hosteleros concentra de la ciudad / antonio hernández / ARTURO REBOYRAS

La escasez de personal en el sector de la hostelería es un problema que se agudizó sobre todo a raíz de la inestabilidad que generó la pandemia del COVID. Santiago no fue ajena a una falta de camareros y cocineros que llegó a obligar a algunos establecimientos de la ciudad a cerrar algunos días a la semana. Las restricciones, los cierres temporales de bares o las condiciones laborales inestables provocaron en el marco de la crisis económica y sanitaria que muchos profesionales emigraran hacia otros sectores, encontrándose numerosos hosteleros con serios problemas para poder ofrecer el servicio y por tanto mantener la actividad de sus negocios.

Afortunadamente, en la capital gallega esta situación ha cambiado en los últimos meses. Así lo confirman desde las asociaciones Hostelería Compostela y hostalaría.gal. Thor Rodríguez, presidente de la primera, explica que “la situación este año es bastante mejor que en 2022, en parte porque el año pasado la temporada fue bastante buena: hubo muchos congresos, que luego engancharon con los eventos navideños, lo que permitió que muchos restaurantes mantuviesen el personal todo el año, y no prescindiesen de este al finalizar la temporada de verano”.

Reconoce que “el proceso de contratación sigue siendo lento, si bien es cierto que ahora se está solicitando personal muy cualificado, perfiles muy determinados, porque la hostelería es cada día más exigente”. También admite que la situación ha mejorado en parte porque los hosteleros “también se han adaptado a trabajar con la plantilla que tienen. Ahora muchos restaurantes cierran uno o dos días a la semana para asegurar las libranzas por descanso y se evitan una sobrecarga de personal”. Con esto, apunta que sigue siendo habitual “ver los carteles de se busca camarero o cocinero y no siempre se encuentra a la primera, pero es cierto que ahora también se demandan perfiles mucho más profesionales, porque el sector ha evolucionado mucho en los últimos años”.

Avelino Martínez, directivo de Restauración de Hostelería Compostela, añade que quienes más problemas suelen tener para encontrar personal “son establecimientos que ahora en la temporada de verano buscan gente para la terraza o ante una mayor afluencia de clientes”. No obstante, coincide con Rodríguez en que la inmensa mayoría de los restaurantes de Santiago han conseguido estabilizar sus plantillas en los últimos meses, principalmente, porque “casi todo el mundo respeta el convenio, las libranzas que corresponden y los horarios estipulados”.

Lois Lopez, presidente de la asociación hostalaría.gal, añade que el problema de falta de personal que sufre la hostelería afecta “a todos os sectores, onde escasea a man de obra cualificada”. Apunta que en el suyo se incrementa “porque é un servizo inmediato, e dicir, o servizo debe ser cuberto no mesmo momento que o cliente o demanda”.

La Consellería de Emprego de la Xunta de Galicia confirma a EL CORREO que “a data de xullo de 2023 (último dato de paro rexistrado), hai 444 persoas desempregadas no sector da hostalería na cidade de Santiago de Compostela”. Apunta que “entre as ocupacións con máis demanda de emprego neste sector de actividade destacan camareiros e axudantes de cociña”.

Balance general negativo

Cabe recordar que la hostelería en España ha perdido un total de 32.000 camareros y 3.000 cocineros en cuatro años, entre el primer trimestre de 2019 y el de este año, según un informe elaborado por Comisiones Obreras (CCOO). El arranque de 2023 deja una cifra final de 1,56 millones de personas ocupadas en este sector, lo que representa un 7,6% de la ocupación total del país y un 1,2% menos sobre el nivel de ocupación del primer trimestre de 2019.

De ellas, el 23,5% trabajan en servicios de alojamiento (366.931 personas) y el 73,5% restante trabajan en el sector de la restauración, hasta los 1,1 millones de empleos. En concreto, del empleo generado en el sector del alojamiento, son los alojamientos turísticos y otros de corta estancia los que experimentan la mayor ganancia de personas trabajadoras, mientras que el personal de campings y otros alojamientos pierde personas ocupadas.

En la restauración, son los establecimientos de bebidas y los restaurantes los que pierden empleo, mientras el servicio de cátering y otros servicios de comidas incrementa su fuerza de trabajo, ante la pujanza de los servicios de comida a domicilio. Por otro lado, se reduce también el empleo del personal de limpieza de oficinas, hoteles y establecimientos similares, con casi 11.000 trabajadores, seguidos de los empleados administrativos con tareas de atención al público, que se reducen en 9.000, igual que los ayudantes de cocina, con una minoración de casi otros 9.000 empleos. Desaparecen también casi 6.000 empleos entre trabajadores de obras estructurales de construcción y cerca de 4.000 se registran entre los directores y gerentes de empresas de alojamiento. En verano, ante la punta de actividad en la época álgida del año para el sector, el informe del sindicato apunta que el personal empleado podría llegar a cifrarse en cerca de 280.000 personas durante esta temporada estival.

Para CCOO, uno de los factores que amenazan el buen desempeño y las previsiones de superar en 2023 la actividad registrada por el turismo en “el año récord” de 2019 es la escalada de precios en el sector hostelero, que sitúa los índices muy por encima del IPC general desde el cuarto trimestre de 2022.