El PSOE no apoyará los presupuestos de Raxoi si se derriba la Casa da Xuventude

Acusan a Sanmartín de actitud dictatorial

La alcaldesa confía en llegar a un acuerdo cuando se negocien las cuentas

Mercedes Rosón y Gonzalo Muíños en la rueda de prensa

Mercedes Rosón y Gonzalo Muíños en la rueda de prensa / e.p.

La decisión de la alcaldesa de Santiago de derribar la Casa da Xuventude desata una tormenta política en el Pazo de Raxoi. En rueda de prensa, los socialistas acusaron este miércoles a Goretti Sanmartín de mantener una “actitud dictatorial y autoritaria” y le recordaron que gobierna en minoría por lo que debe dar explicaciones a los grupos. El portavoz del PSOE, Gonzalo Muíños, lanzó ya la primera advertencia. Si el BNG reserva una partida para la demolición del inmueble en los próximos presupuestos, el PSOE no los apoyará.

La alcaldesa anunció el martes su intención de no ratificar el convenio con la Deputación de A Coruña, acordado poco antes de las municipales por el Ejecutivo de Sánchez Bugallo.

El ente provincial se comprometía a realizar una inversión de un millón de euros para la restauración del edificio, el Concello aportaría otros 300.000, a cambio de ceder parte del inmueble durante 25 años. La Diputación lo usaría para instalar allí una oficina de cobro de tributos y crear un coworking especializado en el metaverso. El resto del edificio podría ser usado por asociaciones vecinales y contaría con un auditorio.

En comparecencia de prensa, tanto el portavoz socialista Gonzalo Muíños, como la exconcejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, se mostraron muy críticos con Sanmartín, a la que acusaron de no facilitar información a los grupos municipales y a los vecinos, mientras sí consulta a “la asamblea local del BNG”. “Puede ser que la señora Sanmartín se olvide por qué es alcaldesa, al mismo tiempo que nosotros también olvidamos por qué la hicimos alcaldesa”, recriminó Muiños.

Rosón recordó que con la decisión se pierde la aportación de un millón de euros de la diputación y además explicó que en los próximos presupuestos tendría que reservar “una partida importante para el derribo”, según los socialistas puede llegar a otro millón más. Muíños dejó claro que “el PSOE no va aprobar un presupuesto que lleve una partida para derribar la Casa da Xuventude”. Santiago cuenta ya este ejercicio con las cuentas prorrogadas dado que el anterior Ejecutivo no logró sacar adelante el presupuesto.

“Llegaremos a un acuerdo”

La alcaldesa no se mostró excesivamente preocupada por la advertencia de los socialistas. “Las negociaciones de los presupuestos no comenzaron y nos sentaremos con el Partido Socialista y hablaremos con ellos de este y otros temas y llegaremos a un acuerdo”, subrayó Sanmartín, tras ser preguntada por los medios de comunicación.

La regidora también rechazó las acusaciones de actuar de forma autoritaria y tiró la pelota al tejado del PSOE por aprobar el convenio con la diputación cerca de la cita con las urnas de mayo. “Lo que habría que preguntar”, dijo, “es por qué a semanas de las elecciones se presenta una propuesta que non estaba consensuada con nadie, que no fue hablada con ningún grupo y que no pasó por la junta de portavoces”. Sanmartín consideró que no tienen “legitimidad” para realizar estas críticas y contrapuso la actuación del actual gobierno con el anterior. “Pocas lecciones tiene que dar el PSOE”, afirmó, “que a nada de unas elecciones hipoteca un edificio por 25 años para concedérselo a otra administración sin ningún tipo de información a nadie”.

¿Se demolerá el inmueble?

La decisión de no firmar el convenio con la Deputación de A Coruña no garantiza de todos modos que el imnueble vaya a ser demolido. Sanmartín explicó ayer que solicitarán “informes técnicos que digan cuál va a ser la hoja de ruta de ruta a partir de ahora para seguir con la propuesta que en su día llevamos a las elecciones”. Pero recalcó que su intención es “abrir el parque de Belvís y que haya allí una plaza, Santiago ganaría mucho”. Fuentes consultadas por EL CORREO aseguran que para acometer el derribo sería necesaria una modificación del PXOM que tendría que votarse en pleno. El BNG no tendría los votos suficientes, ya que además Compostela Aberta quiere mantener el inmueble, igual que el PSOE, desatando el primer desencuentro del bipartito. El PP se muestra partidario del derribo, pero no le gusta la propuesta del BNG de construir allí un espacio cubierto de 600 metros.

Si nadie cede el tema podría volver a enquistarse y la Casa da Xuventude mantener su actual estado durante los próximos cuatro años. Sanmartín aseveró ayer que “vamos a trabajar para que eso no sea así” y recalcó que las dos fuerzas de gobierno coincidían en que no podía haber allí unas oficinas de la diputación, en una zona ya saturada de tráfico. La alcaldesa negó también problemas con CA y recalcó que el bipartito seguirá trabajando unido por Santiago.