Álvaro Goyanes: “Utilizando la impresión 3D buscamos una dosis más adecuada al paciente”

El profesor de Farmacia de la USC e investigador, reconocido por Web of Science por la publicación de artículos altamente citados, desarrolla medicamentos especializados

Álvaro Goyanes en un laboratorio de la Facultade de Farmacia de la Universidad de Santiago

Álvaro Goyanes en un laboratorio de la Facultade de Farmacia de la Universidad de Santiago / Santi Alvite

El profesor del área de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la USC, Álvaro Goyanes Goyanes, es el único investigador de las tres universidades gallegas mencionado en el Highly Cited Researchers 2023, listado que elabora anualmente el grupo Web of Science y que reconoce el personal investigador que demostró un influjo significante a través de la publicación de múltiples artículos, altamente citados, en la última década. 

Su investigación se centra en el uso de las impresoras 3D para hacer medicamentos personalizados y de dosificación oral. “Cuando se va a la farmacia resulta que en muchas ocasiones no estamos dando la dosis adecuada a los pacientes y hay estudios que indican que entre un 40 y un 70% de los medicamentos pueden no ser efectivos por este motivo”, señala en conversación con este medio Goyanes, miembro del grupo de investigación I+D Farma, co-fundador de la start up FABRX y colaborador de la University College London no Reino Unido, donde hizo su postdoc. Por ello, su aproximación es hacer medicamentos personalizados para los pacientes, en función de la dosis que necesitan, utilizando un método automatizado. Su grupo de investigación ya ha llevado a cabo ensayos clínicos en diferentes hospitales, como el Hospital Clínico de Santiago, el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, y otros de París, Alemania y Reino Unido.

La mayoría de los medicamentos que se usan en la farmacia son comprimidos, mientras que los que Goyanes fabrica “se hacen por impresión” lo que llevaría a nombrarlos “imprimidos”, un término nuevo que está incluyendo en sus artículos en España. Éstos pueden ser parecidos a los comprimidos convencionales duros o pueden ser masticables como gominolas. 

En definitiva el objetivo es conseguir una dosis más adecuada para los pacientes y que de esa manera sea más efectivo para la enfermedad a tratar. Además, “buscamos hacer los medicamentos más atractivos, aceptables, ya que en ocasiones la gente no los toma porque le saben mal o son difíciles de tragar”.

"Buscamos hacer los medicamentos más atractivos, ya que hay gente que no los toma porque le saben mal o son difíciles de tragar”

Álvaro Goyanes

— Profesor de la USC e investigador

En el CHUS, de la mano de la pediatra Mariluz Couce, directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) tiene un proyecto, financiado por la Fundación Mutua Madrileña, que trata a niños y niñas con enfermedades raras. Goyanes asegura que estos pacientes prefieren la medicación que le dan en forma de gominola “antes que la medicación convencional”. Llevan realizando este tipo de estudios desde el año 2018 “logrando muy buenos resultados y sacando publicaciones del tema”.

Desde la empresa FABRX ya venden las impresoras 3D, el software para hacer estos medicamentos innovadores y venden las tintas farmacéuticas, los materiales para imprimir. Todo ello utilizado para realizar estudios en otros países. “En Santiago fuimos pioneros haciendo esto y seguimos haciendo pruebas, añadiendo más pacientes”, manifiesta. De cara a un futuro Goyanes espera que los medicamentos lleguen al mercado, algo que requiere de tiempo “sobre todo en farmacia porque está todo muy regulado”.

 Álvaro Goyanes también está muy implicado con el uso de la inteligencia artificial en el desarrollo de medicamentos. “La inteligencia artificial es una tecnología que viene a revolucionar todo, básicamente. No soy un experto en inteligencia artificial, pero sí soy experto en usar la IA en nuestro campo”, define. Junto con investigadores de la Universidad de A Coruña su grupo está investigando con el fin de saber cuál va a ser la dosis de medicamento más adecuada para un paciente, ya que “muchas veces los medicamentos no son efectivos porque no se le da la dosis correcta, o bien hay veces que no sabemos cuál es la dosis correcta y el médico receta un medicamento sin tener clara la cantidad que después sube o baja”. Su equipo, en función de diferentes parámetros analíticos como el peso, la edad o la altura del paciente, puede predecir cuál es la dosis más adecuada utilizando técnicas de inteligencia artificial. 

A mayores, utilizan este campo de la informática para el desarrollo de medicamentos. “Un medicamento está compuesto del fármaco, que es el principio activo, y los excipientes, materiales que lo acompañan. Estamos usando la IA para agilizar el desarrollo de medicamentos evaluando compatibilidad de fármacos con excipientes, evaluando si va a ser estable, si se va a disolver bien, etc. Pero el problema es que hacen falta datos previos para tener unos modelos que te predicen cómo va a funcionar otros sistemas que todavía no existen”, explica en detalle.

Si bien el investigador tiene claro que seguirá investigando alrededor de la impresión 3D pretende adentrarse en el estudio del espacio unido con la farmacia. “Desde un punto de vista teórico, mi grupo y yo estamos pensando en cómo se van a fabricar los medicamentos cuando no lo podamos hacer aquí, en la Tierra” , detalla, a lo que añade: “Analizaremos si las técnicas de impresión 3D nos facilitan el trabajo porque en una nave espacial no vamos a poder llevar una máquina de acero comprimido, sino que vamos a tener que buscar otras tecnologías”.