Entrevista | Mabel Loza Directora del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la USC (Cimus)

“En 2024 iniciaremos una prueba de concepto clínica de un nuevo mecanismo terapéutico para tratar el cáncer”

Mabel Loza (Tapia de Casariego, 1961), doctora en Farmacia, coordinadora del grupo de investigación BioFarma de la USC, directora con el genetista Ángel Carracedo de la plataforma Innopharma y patrona de la Fundación Kaertor, es la directora del Cimus desde el mes de septiembre de 2023

La directora del Cimus, Mabel Loza

La directora del Cimus, Mabel Loza / lorena rey

¿Cuáles son los principales retos del Cimus de cara a los próximos años?

El Cimus como centro de investigación en medicina molecular, un área en crecimiento, tiene grandes oportunidades, que son nuestros retos para los próximos años. El más importante es mantener la extraordinaria línea de crecimiento que lo ha convertido en diez años en centro de referencia en biomedicina en Galicia, en uno de los destacados en España y entrando en la clasificación europea. Esto tiene que ver con la calidad y la capacidad de sus profesionales, los investigadores e investigadoras y los equipos. Hay que seguir creciendo en calidad científica, tanto de la ciencia básica en mecanismos de la enfermedad como de la I+D que cubre el proceso de traslación hasta la llegada a los pacientes. Este último es el indicador más directo del retorno social de nuestras inversiones.

Además, tenemos el reto de responsabilidad ante nuestro ecosistema de biotecnología en Galicia, de conectar nuestro I+D con el ámbito público, con el privado y, por supuesto, con la sociedad.

Financiación para proyectos y acuerdos de investigación sanitaria para el 2023.

Nuestra financiación en 2023 tiene como objetivo mantener la línea de crecimiento que nos ha llevado a una captación de unos 100 millones de euros en los últimos 10 años. Eso requiere un gran esfuerzo.

El Cimus avanza hacia la internacionalización. ¿A cuántos investigadores reúne del exterior?

En el centro tenemos unos 50 investigadores que provienen de unos 15 países diferentes. Con la pandemia hemos bajado estos números, pero en estos últimos dos años, los estamos recuperando.

La internacionalización no se refiere sólo a cuántos investigadores internacionales reunimos, sino a nuestra presencia en proyectos, consorcios y redes internacionales, en permanente ascenso. Por ejemplo, entre nuestros investigadores tenemos seis que han recibido proyectos ERC (European Research Council); además de participar en casi dos decenas de consorcios internacionales, liderando varios, plataformas de altas capacidades de investigación ERIC (grandes infraestructuras europeas de investigación), etc.

La mayoría de sus grupos trabajan en proyectos relacionados con avances del cáncer. ¿Qué nos puede contar de este ámbito?

Tenemos un buen número de grupos (6) que trabajan en esta línea en la que la investigación cubre tanto la base genética, con grupos de referencia internacional, como el estudio molecular traslacional de los propios tumores humanos, y la búsqueda de fármacos en colaboraciones como la que nos está llevando trabajar con el objetivo de iniciar, el próximo año, una prueba de concepto clínica de un nuevo mecanismo terapéutico para tratar el cáncer.

En cuanto a los tipos de tumores, trabajamos en tumores de tiroides, mama, pulmón, y también en los llamados fármacos agnósticos, para tumores distintos pero con un mismo mecanismo causante de su formación; permitiendo así que un mismo tratamiento pueda servir para los distintos tumores que comparten dicho mecanismo.

Dentro de las enfermedades cardiovasculares, una de las líneas más potentes es la obesidad. En estos momentos, ¿contamos con algún tipo de tratamiento?

La línea de cardiometabolismo es quizás la más representativa de nuestro centro de investigación. Agrupa a 10 equipos con más de 80 personas, incluidos investigadores clínicos, y es referente internacional en el estudio de los mecanismos de la enfermedad, reflejándose tanto en publicaciones continuadas en las revistas científicas consideradas las mejores del mundo, como en patentes y avances de nuevas propuestas terapéuticas hacia la clínica.

¿Hay algún equipo investigador que esté trabajando en el descubrimiento de fármacos?

Hay un equipo cuya investigación es, exclusivamente, la farmacología en descubrimiento de fármacos, ligado a la Plataforma Innopharma. Pero, además, en prácticamente todas las investigaciones del Cimus hay una orientación traslacional hacia el descubrimiento de terapias para los nuevos mecanismos de la enfermedad, así como su diagnóstico y la búsqueda de los mejores sistemas de liberación de fármacos.

“Una de las asignaturas pendientes que tenemos es que la sociedad en general visibilice los avances y el esfuerzo extraordinario que se están produciendo en este centro”

¿Cómo es la actividad con la empresas farmacéuticas?

Muy intensa. Nuestra colaboración no se limita sólo a la ejecución de contratos con las mismas, sino que representa la colaboración público-privada, que permite llegar de forma eficiente desde la enfermedad hasta los medicamentos para curarla. En las últimas fases de descubrimiento, estos son investigados y posteriormente registrados por las empresas farmacéuticas. Por tanto, si en algún momento han de tomar el testigo, es más eficiente hacerlo juntos desde el principio.

También tenemos una intensa actividad de creación y colaboración mixta con empresas de base tecnológica, muy innovadoras. Tenemos seis empresas en este momento.Esto se refleja en nuestra captación media en programas de transferencia, siempre por encima de varios millones de euros anuales.

Sobre la creación de patentes. ¿En qué punto nos situamos?

En el Cimus suelen realizarse 3 patentes al año de media pero, tan importante como esto es mantener vivas las patentes internacionales y transferirlas. Por ejemplo, recientemente desde el Cimus se transfirió una patente a una empresa norteamericana en el ámbito de la investigación neurológica. Otras patentes han ayudado a crear empresas de base tecnológica (7 desde el Cimus).

Infraestructuras y equipamiento. ¿Se pueden mejorar?

En investigación de referencia siempre hay que mejorar en infraestructuras y equipamiento. Son las herramientas que permiten que el centro y sus grupos de investigación sean de vanguardia. Tenemos algunos equipamientos únicos en España, por ejemplo, y en el propio centro probamos incluso, en algunos casos, versiones de nuevas tecnologías antes de que se comercialicen.

Grupos investigadores del centro lideran varias redes estatales y gallegas. El grupo Biofarma que usted dirige lidera la Red española de descubrimiento de fármacos desde el 2015; José Antonio Costoya, la Red Gallega de Animales Transgénicos, y Carlos Dieguez está al frente del Centro de investigación biomédica en red de la obesidad y la nutrición. ¿En qué se traduce este liderazgo?

Este liderazgo es un reflejo de las capacidades del centro y se traduce en el posicionamiento estratégico global. Nuestro trabajo, en un mundo global, pasa por globalizar las colaboraciones y no dispersarse. Somos conscientes, por otra parte, de que el Cimus está situado en el Finisterre de Europa y, por ello, esta estructura de investigación en red es clave para nuestra presencia global.

¿Considera que la sociedad es consciente de la labor que se lleva a cabo en el centro?

Una de las asignaturas pendientes que tenemos es que la sociedad en general visibilice los avances y el esfuerzo extraordinario que se están produciendo en este centro. Tenemos múltiples acciones de visibilización, como jornadas de puertas abiertas, actividades de divulgación, presencia en eventos, en los medios de comunicación, etc. Sin embargo, creo que debemos mejorar y aprender del ejemplo de otros países de nuestro entorno, en los que la investigación está muy conectada con la sociedad; debemos orientarnos hacia la satisfacción y la implicación social, que nace de esperar y conocer los avances científicos.