Santiago es la tercera ciudad gallega con un mayor número de viviendas de uso turístico

A 1 de diciembre de 2023, en la capital gallega se contabilizan 807 pisos vacacionales, siendo Vigo la que lidera el ránking, con 1.560

En febrero se cumple un año de su regulación en Compostela

Turistas y peregrinos caminando por las calles de la zona vieja de Compostela

Turistas y peregrinos caminando por las calles de la zona vieja de Compostela / Antonio Hernández

Las viviendas de uso turístico en Compostela se sitúan a fecha de 1 de diciembre del año pasado en 807, siendo superada por Vigo, con 1.560 y A Coruña, con 1.123 VUTs. Ya por debajo del millar están Pontevedra, con 454; Ourense, con 365; y Lugo, con 257. En total, las siete grandes ciudades suman 4.566 establecimientos. Así se desprende de los datos del Registro de empresas y actividades turísticas de la Xunta de Galicia, donde se indica que en la comunidad hay 21.702 viviendas de uso turístico –suponen ya el 83% de los establecimientos turísticos de la comunidad– con un total de 115.410 plazas.

De esta manera, según los datos del registro, las siete ciudades suman más VUTs que el resto de establecimientos hoteleros presentes en Galicia que, entre albergues, apartamentos, campings, hoteles, pensiones, turismo rural y otras, ascienden a 4.182.

El presidente del Clúster de Turismo, Cesáreo Pardal, en declaraciones a Europa Press, recordó que Santiago fue uno de los primeros municipios en regular las VUTs, en febrero de 2023 y con el malestar de los propietarios de las viviendas como telón de fondo. “No había voluntad de solucionar el problema. Cómo se actuó me pareció denigrante. No buscaron soluciones desde el principio”, afea.

Prohibidas en el casco histórico, fuera de él solo se podrán instalar en la planta más baja de las viviendas de uso residencial.

Cesáreo Pardal ha abogado por una nueva regulación de este tipo de viviendas, dado que la vigente es de 2017 y está “obsoleta”. “Hay que adaptarla a la actividad empresarial”, resume. “Existe un limbo jurídico al que se ha sumado mucha gente para hacer negocio”, lamenta. En esta línea, hace referencia a datos que maneja el Clúster y que indican que 11 propietarios poseen 2.500 VUTs. “Eso es funcionar como una empresa”, insiste.

Con todo, matiza que el Clúster no tiene “ningún problema” con el pequeño propietario que destina su segunda vivienda o una heredada a este tipo de alquileres, “pero tener 7,8 o 10... eso es competencia desleal”. “Tienes que tributar porque funcionas como una empresa”, señala.

Lamenta que ni el Gobierno central ni Hacienda, más concretamente, se hayan implicado todavía en este tema, así como tampoco la Federación Galega de Municipios (FEGAMP), cuya opinión echa en falta.

Destaca que no hay un posicionamiento unánime y así se dan situaciones tan dispares como que en Oleiros no estén permitidas y en Sanxenxo superen las 2.500.

Por su parte, Dulcinea Aguín, de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga) niega de forma contundente que este tipo de establecimientos sean la causa principal de los problemas de vivienda y habla de “culpabilización”.

“No se pueden poner soluciones encima de la mesa sin un diagnóstico. No representamos ni el 2% del parque inmobiliario de Galicia, así que no podemos asumir que seamos el problema”, afirma.

Para Aguín, el problema de la vivienda es “estructural, no coyuntural” y para solucionarlo “hay que hablar de muchas más cosas”. “En A Coruña, por ejemplo, en la calle que más VUTs hay son 14. En la calle no hay problemas con esto. Nos comparan con Cataluña en cuanto a turismofobia. Es el mundo al revés”, lamenta.

Defiende además la utilidad y complementariedad de este tipo de establecimientos, que atraen el turismo a zonas y ayuntamientos que están fuera del circuito hotelero. “El 93% de los ayuntamientos cuentan con VUTs donde te puedes alojar y eso antes de la pandemia era impensable”, señala.

“Somos alojamientos complementarios, no excluyentes. Tampoco tenemos subvenciones ni participamos en planes como el bono turístico, por ejemplo”, matiza Aguín.

Respecto a los pasos que están dando algunos municipios para limitar la disponibilidad de este tipo de viviendas, Aguín advierte que “cada vez que se anuncia una regulación, hay boom para registrarse”. “Un 30% de los que se registran nunca van a poner la vivienda en alquiler, es una forma preventiva de adelantarse a la regulación”, explica.

Según los datos que maneja Aviturga, el 87% de los registrados es propietario de una vivienda, por lo que rechaza la tesis de que el alquiler turístico se haya convertido en una actividad empresarial.

“Entendemos que ya estamos regulados, aunque siempre hay cosas que se pueden mejorar y no nos negamos. Lo único que pedimos es tener datos fiables, pero no se puede regular en base a presiones”, afirma, añadiendo que, por ejemplo, en la asociación no tienen “ni una sola queja” de las comunidades de propietarios por este tipo de alquileres.

“Trabajamos en conjunto para mejorar el sector. Estamos en una etapa de construir el modelo de turismo que queremos, una etapa positiva para regular de verdad y no echando balones fuera. No debemos culpabilizar y sí buscar soluciones”, insiste.