Temor entre los vecinos de Conxo tras las obras en la Mercé: "É unha aventura cruzar"

Los habitantes de la zona lamentan que los conductores no respetan los límites de velocidad y aparcan sus coches en la zona peatonal

Vehículos aparcados en la zona peatonal de la praza da Mercé de Conxo, una situación que, según los vecinos, se repite a diario / cedida

Vehículos aparcados en la zona peatonal de la praza da Mercé de Conxo, una situación que, según los vecinos, se repite a diario / cedida / Manu López

A falta de ser recepcionadas oficialmente por el Concello de Santiago, el resultado de las obras de la praza da Mercé de Conxo no acaba de dejar satisfechos a los vecinos de la zona. Varios residentes en el entorno consultados por EL CORREO GALLEGO sienten inseguridad debido a algunas de las características de la actuación.

Los principales problemas están relacionados con la convivencia entre peatones y vehículos, puesto que los vecinos denuncian que no se están respetando los límites de velocidad marcados y echan en falta los pasos de cebra para poder cruzar con tranquilidad. Además, lamentan que los coches aparcan en las zonas peatonales al no existir ningún tipo de barrera física tras la retirada de los bolardos que ejercían antes esta función.

La eliminación de los pasos de peatones “é un problema principal porque agora antes de entrar na praza de cada lado hai un sinal de limitación a vinte quilómetros por hora e indica zona peonil, pero non se está respetando. Eu creo que moitos dos condutores que pasan tampouco se dan conta de que existe, ou algúns xa o ignoran deliberadamente. Agora é unha aventura cruzar porque de día aínda te ven, pero de noite non sabes se te van ver ou non, sobre todo nos días que chove”, apunta Enrique Neira, vecino de la plaza. En general, considera que “a seguridade da xente que pasa pola praza empeorou”. En esta línea, para otra de las residentes de A Mercé, Susana Puente, “o maior problema que vexo é a velocidade dos coches”. Así, considera necesaria la instalación de un paso de peatones o “incluso un semáforo”.

Esta madre de dos hijos recuerda que muchos niños tienen que cruzar cada día la plaza para ir a los centros educativos de la zona. “Os coches non paran. Hai raias marcadas, pero non as respectan”, añade. Otro vecino comenta también que algunos de estos menores juegan en la plaza y “se escapa un balón, un neno vai perseguilo”. Santiago Ares, otro de los residentes en el barrio, comenta que “habería que conseguir que os condutores se acostumen a respectar a preferencia peonil”.

Tres coches aparcados na zona peonil da Praza da Mercé

Tres coches aparcados na zona peonil da Praza da Mercé / Cedida

Precisamente, la vocal de la Asociación de Veciños Conxo Aberto, Eva Armental, apunta a la falta de costumbre como la principal causa de este “desacougo” en el barrio. Para Armental, la reforma ha sido un “cambio drástico” y cree que puede ser “cuestión de tempo” que mejore la convivencia entre coches y peatones. Recuerda que la praza da Mercé está conectada con una vía de entrada y salida de la ciudad, con lo que “hai moi pouco percorrido para que os condutores detecten que pasan a ter preferencia os peóns”.

Aparcados en la acera

Si bien el hecho de que se haya colocado al mismo nivel todo el firme tiene aspectos que los vecinos ven positivos, como facilitar el tránsito a personas invidentes o haber eliminado la vibración que provocaba el paso de los autobuses, también ha provocado un efecto negativo. Muchos vehículos utilizan la zona peatonal para aparcar al no existir ninguna barrera física. Por ello, Neira reclama que “repoñan os bolardos ou ben que poñan maceteiros”. Por su parte, Puente apoya esta reivindicación y cree que “habería que instalar algo para que os coches non se metan dentro da praza”.

Mientras, desde Raxoi esperan a que las obras sean entregadas oficialmente. En ese momento, fuentes del Concello indican que se podrían acometer acciones que “implican pintado”, con lo que podrían volver los pasos de cebra u otras marcas viales, pero de momento no han concretado en qué consistirán.

Los trabajos en la praza da Mercé consistieron principalmente en la retirada del pavimento de adoquines de color rojo que durante años conformó la parte central y que estaba lleno de baches. Este firme fue sustituido por un asfaltado especial, aunque se realizó de tal manera que el pavimento mantiene un aspecto como si estuviese conformado por adoquines. Además, se acondicionó la zona peatonal, se eliminaron los bolardos metálicos, que estaban oxidados, y se instalaron marquesinas en las paradas de autobús. La actuación contó con un presupuesto de 120.478 euros y acumuló varias semanas de retraso sobre la fecha de finalización inicialmente prevista.