La USC busca reducir las plazas de profesores asociados: de este modo espera conseguirlo

La institución académica aspira a incorporar un centenar de ayudante doctores para el próximo curso; entre 40 y 50 plazas se crearán con fondos del Ministerio de Educación y la Xunta de Galicia

Alumnado de la Universidad de Santiago atiende a las explicaciones de un profesor durante una clase

Alumnado de la Universidad de Santiago atiende a las explicaciones de un profesor durante una clase / Antonio Hernández

La Universidad de Santiago pretende incorporar a un centenar de nuevos profesores para el próximo curso 2024-2025. Un total de 53 plazas ya aprobadas corresponden a la planificación ordinaria de la institución académica y buscan cubrir aquellos casos en los que hay jubilaciones. A mayores, se crearán entre 40 y 50 puestos al amparo del Programa para la incorporación de Talento Docente e Investigador a las Universidades Públicas Españolas, destinado a la estabilización de las plantillas y retención de talento para compensar los cambios en la dedicación docente del profesorado asociado y de los nuevos ayudantes doctores. Una reconversión de figuras que introduce la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).

Esta última cifra saldría de los 130 o 150 nuevos docentes previstos para las tres universidades gallegas, de las que la Xunta financiará medio centenar y lo restante lo hará el Ministerio de Educación. Se cifra en unos 42.000 euros el coste de cada plaza de estos docentes. En este aspecto, el Gobierno central había asegurado que aprobaría una partida excepcional para financiar hasta 3.400 plazas de profesores ayudante doctor en los campus públicos a partir de 2024-2025 y durante los seis años de duración de esta modalidad de contrato, con una financiación anual de 150 millones por curso.

Los detalles de esta convocatoria y el cómo afectará a las instituciones gallegas los detalló esta semana el conselleiro de Educación y Universidades en funciones, Román Rodríguez, acompañado por su homólogo en Facenda, Miguel Corgos, a los rectores de Santiago, Vigo y A Coruña, Antonio López, Manuel Reigosa y Ricardo Cao.

El rector de la USC, Antonio López, explica en conversación con EL CORREO que se trata de darle la oportunidad a los que inician la carrera universitaria abriéndoles “a posibilidade aos seis anos de que poidan estabilizarse, despois dun proceso de acreditación”. De esta manera se cubren las necesidades que genera el hecho de que con la LOSU los asociados reducen sus horas de docencia de 180 a 120 horas, mientras que los ayudantes doctores pasan de 240 a 180 horas. “Por iso hai que cubrir as necesidades que se xeran por estas reducións da capacidade docente do persoal que tiñamos”, dice.

Hablan los sindicatos: “Aumentar o persoal está ben, pero igual había unha mellor solución”

Sindicatos como Comisiones Obreras valoran que hace falta ampliar plantillas, aunque advierten a la Universidad de Santiago que no se puede abusar de figuras como la de ayudante doctor, que apuestan por contratos temporales y tienen salarios bajos.

Justo Arines, profesor de la Facultad de Óptica de la USC, y representante sindical del PDI, manifiesta a EL CORREO que “aumentar o persoal sempre está ben, pero igual había unha solución mellor partindo de que son prazas temporais e non indefinidas”. Incide Arines que lo positivo sería cubrir las necesidades con “prazas estables e de calidade” al recalcar que “los salarios no son elevados”. También recuerda que los antiguos ayudantes doctores “terán máis capacidade docente que os novos axudantes doutores”. Con todo Justo Arines considera que con las citadas convocatorias “non se van a resolver todos os problemas de falta de profesorado na USC” al asegurar que en las facultades quedan peticiones por atender por falta de presupuesto.

Antonio López apunta, además, que entre los objetivos está el ir reduciendo las plazas de asociado por otras que “acaben consolidadas na universidade”.

En estos momentos, la Universidad de Santiago, al igual que el resto de universidades españolas, está a la espera de conocer como se concreta el convenio. En el caso de la USC ya tenían ofertados 53 puestos de ayudante doctor en la programación aprobada en el pasado mes de febrero, a la que confían añadir más con otra convocatoria que sacarán en septiembre u octubre. Así, “xa non teríamos que esperar os catro anos que da a LOSU de prazo para cumprir o obxectivo marcado do 8% para terminar coa temporalidade”. 

Del convenio, López aguarda que se haga efectivo “canto antes” para poder afrontar lo antes posible las dotaciones y convocatorias de plazas. En palabras del rector, “o Ministerio terá que facer modificacións presupuestarias para incorporar isto nos orzamentos, e logo xa cadrar co Goberno galego”. Por ahora no hay una propuesta del borrador. 

“Somos a segunda ou terceira universidade de España con menor ratio da categoría de profesor asociado, polo que esta medida ten menos impacto ao ter cadros de persoal entre os máis estabilizados do Estado”

Antonio López

— Rector de la USC

Con la LOSU, la figura del asociado se regula de forma más estricta al considerar que con anterioridad se abusaba de ella. Un hecho que para la institución compostelana no afecta en gran medida. 

“Somos a segunda ou terceira universidade de España con menor ratio desta categoría de profesorado. De aí que a medida, igual que nos outros campus galegos, ten menos impacto ao ter cadros de persoal entre os máis estabilizados do Estado”, pronuncia Antonio López. En la actualidad la USC cuenta con tan sólo 195 asociados que se van a transformar este mismo curso en la figura de profesor indefinido. “Ata agora eran contratos anuais que se renovaban”, detalla.

La Xunta exige compromiso al Ministerio

Román Rodríguez, según se lo trasladó a los tres rectores gallegos, exigirá al Ministerio de Universidades “garantías del pago –incluso con los Presupuestos prorrogados– de las plazas que a su vez garantizó asumir. La Xunta espera que le remita el convenio para sellar el acuerdo. 

Rodríguez cuestionó lo que ven un “chantaje” del Gobierno a las administraciones autonómicas y “un nuevo ejemplo del “yo invito y tú pagas” que la Xunta asume por su “responsabilidad” hacia las universidades. Incidió en que son las comunidades las que tienen que “hacer frente a un problema generado por la nueva LOSU”. A pesar de ello, Rodríguez reconoce que la medida “tiene menos impacto” en los campus gallegos por tener sus cuadros “entre los más estabilizados del Estado”.

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