Entrevista | Felipe Casanueva Investigador médico gallego más citado y primero de España en endocrinología en el ranking Research.com

“Faltan vocaciones científicas porque no se ven reconocidas”

El endocrinólogo y exjefe de Endocrinología del Clínico de Santiago ha centrado su carrera investigadora en los tumores hipofisarios y la obesidad// Una enfermedad ésta que observa cada vez a edades más tempranas

Felipe Casanueva, endocrinólogo y catedrático de Medicina de la Universidad de Santiago

Felipe Casanueva, endocrinólogo y catedrático de Medicina de la Universidad de Santiago

El endocrinólogo Felipe Casanueva acaba de ser reconocido como el científico gallego más citado en el ranking que elabora la plataforma internacional Research.com, en la que a nivel estatal aparece en el puesto número 15, siendo el primero de España en la categoría de endocrinología. Un ámbito dentro del que él ha centrado su labor investigadora principalmente en obesidad y nutrición.

¿Qué supone estar entre los primeros en este tipo de rankings?

Viene bien para que la universidad nos tenga más en consideración, para que las sociedades vean que invertimos productivamente el dinero que nos dan para invetigación. Y bueno, al final estoy contento de estar en una lista en la que hay gente de muy buen nivel, incluyendo de la comunidad gallega.

También aparece en un lugar destacado en el ámbito estatal...

En estas listas de producción científica siempre hay una abundancia de investigadores de Cataluña porque desde siempre han tenido mayor financiación y mayores estructuras. En nuestro caso, aparecer en el número 15 entre los investigadores españoles es un reflejo del trabajo realizado y de que llevamos muchos años en ello. Espero que este tipo de clasificaciones y de reflexiones sobre la producción científica ayuden a los jóvenes a encontrar su vocación investigadora.

¿Observa falta de vocaciones científicas? 

Tenemos un problema muy importante de carencia de vocaciones investigadoras, tanto en temas puramente clínicos como en básicos que no tienen aplicaciones en la clínica, como en temas de transferencia. Es sobre todo la ventaja que veo a este tipo de clasificaciones, que aunque siempre son un poco injustas, pueden servir de estímulo para los jóvenes, para que vean que al final el trabajo que se realiza a lo largo de los años es a la larga reconocido y valorado.

¿A qué achaca esa falta de relevo generacional en investigación?

Es algo que venimos notando ya desde hace cinco o diez años, y es muy llamativo porque encontrar, sobre todo en los médicos, jóvenes que quieran dedicarse a combinar la actividad clínica y la investigadora resulta difícil. En parte se debe a que mucha gente joven tiene la impresión de que esta actividad investigadora no es suficientemente valorada por las autoridades a la hora de la promoción y el reconocimiento. Hacer por ejemplo una tesis doctoral implica como mínimo un trabajo de cuatro años, y si no hay una visión muy clara de que el doctor tiene un reconocimiento especial para acceder a un puesto de trabajo, pues los jóvenes no van a hacer una inversión de este tipo. 

Catedrático de Medicina y profesor emérito de la USC, además de jefe de Endocrinología del CHUS durante mucho tiempo, ¿mantiene aún la labor investigadora?

Estoy ya jubilado en toda la parte clínica, y lo que hago ahora es dedicarme a temas de investigación. Formo parte de un grupo del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), dentro del que mantenemos varios proyectos activos.

¿En qué líneas trabaja? 

Toda mi vida he trabajado en dos líneas que a primera vista parecen separadas, pero no es así. Me he dedicado a los tumores hipofisarios, sobre todo a la acromegalia, y a la vez a la obesidad. Son dos líneas que siempre he mantenido, en parte porque creo que la neuroendocrinología, el control nervioso de la parte endocrinológica, es muy importante para ambas. Y desde que terminé la licenciatura en Medicina mantengo estas dos líneas, que me resultan muy atractivas y tienen una aplicación clínica muy importante. En el caso de la obesidad, afecta a un sector muy importante de la población española adulta, a unos ocho millones de compatriotas.

Y en Galicia, ¿cuál es el impacto de la obesidad en la población?

Las cifras según algunos analistas están ligeramente por encima de la media española, pero digamos que en Galicia realmente se aproxima mucho. Excepto en Canarias, donde es más alto, el resto estamos por el estilo.

Un problema de salud de primer orden...

Es que cuando hablamos de obesidad no lo estamos haciendo de sobrepeso o de problemas estéticos, sino de una enfermedad perfectamente definida por la OMS y ante la que nosotros creemos que se hacen pocos esfuerzos por prevenirla y por tratar a la gran cantidad de población que la padece.

¿Cómo afecta la obesidad a la población infantil y juvenil?

Las cifras son realmente alarmantes, no sólo en España, sino en países de todo el mundo, la tasa ha aumentado de una forma llamativa. Creemos que cerca del 15% de la población más joven tiene esa tasa de obesidad, y es muy llamativo que la OCDE sitúa a los países del área mediterránea con las tasas más altas de Europa, cuando por la climatología los jóvenes deberían estar más tiempo haciendo ejercicio al aire libre. 

¿Qué efectos tiene esta alta prevalencia en los menores?

Es importante porque por primera vez en Pediatría se empiezan a ver problemas de hipertensión arterial o de diabetes en niños, cuando antes no se veía nunca. Y, además, supone un peligro a largo plazo porque un niño obeso tiene un 86% más de riesgo de serlo de adulto, con lo que el problema que vemos con los adultos, cuando estos niños se hagan mayores se puede agravar más.

Investigador en activo, ¿se ha planteado una fecha para dejarlo?

No, lo estoy disfrutando plenamente, no tengo intención de parar. Mientras tenga proyectos de investigación financiados y los pueda seguir realizando, voy a continuar. Es una labor que ha sido fantástica a lo largo de toda mi vida, me gusta mucho y, sobre todo, creo que es una forma de devolver a la sociedad la formación que nos han dado como médicos. Estoy haciendo investigación y dirigiendo a grupos de jóvenes, y me siento muy satisfecho. Mientras me aporte satisfacciones, aunque sean morales y no materiales, seguiré, sobre todo para que los jóvenes vean que a los mayores nos entusiasma, y el entusiasmo es contagioso. 

Ante la carencia de la que hablaba, ¿qué destacaría de esos pocos jóvenes que sí investigan?

Que son muy brillantes y están muy bien formados. 

Breve ficha personal

Investigador del Ciber de Obesidad y Nutrición, académico de número de la Real Academia de Medicina de Galicia y presidente de destacadas sociedades científicas a lo largo de su vida como la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad o la European Federation of Endocrine Societes, Felipe Casanueva ha obtenido numerosos premios, entre ellos el Jaime I de Medicina Clínica o el Novoa Santos. Ha publicado más de 850 artículos, acumulando más de 75.000 citas de sus trabajos. Ha escrito más de sesenta capítulos de libros e impartido más de cuatrocientas conferencias.

Catedrático de Medicina y profesor emérito de la Universidad de Santiago, durante muchos años fue jefe del Servicio de Endocrinología del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.