Deja tu vitrocerámica como nueva con dos productos que siempre tenemos en casa

Las vitrocerámicas se opacan con el paso de los años y los numerosos usos que le damos. Al final, se trata de un elemento que usamos prácticamente cada día para preparar la comida y los arañazos, las manchas, o simplemente las salpicaduras que pueda ocasionar lo que cocinamos, se hacen visibles en la placa.

Además, con la subida de los precios, no es un secreto que intentemos recortar en productos tan triviales como un limpiador de vitro, pastillas de lavavajillas o un abrillantador de suelos.

Con productos que tenemos en casa podemos preparar numerosos remedios caseros que harán la misma función que los químicos del supermercado por un precio considerablemente más bajo. ¿Quieres saber cómo dejar la vitro reluciente con ellos?

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Tu vitrocerámica como el primer día

No se necesitan demasiados elementos para retirar las manchas quemadas que se han quedado pegadas a la vitrocerámica. Para que tu vitro se convierta en un espejo, tan solo debes ir a tu cocina para recolectar estos productos (y alimentos).

Eso sí, antes de empezar a limpiar la vitrocerámica, asegúrate de que está totalmente fría. Si acabas de cocinar algo en ella y no puedes evitar empezar a limpiarla, debes ser paciente y dejarla enfriar durante algún tiempo. Por el contrario, se te pegarán los propios productos de limpieza a la vitro y será más difícil aún dejarla perfecta.

Limón

Las propiedades del limón actúan positivamente en nuestra vitro, pues su acidez ablanda las manchas más difíciles de limpiar.

Después de añadir el limón en la mancha, pasa una bayeta con agua por la superficie de la placa.

Vinagre y bicarbonato

El vinagre y el bicarbonato son una solución que aporta un brillo espectacular a nuestra vitrocerámica.

Mezcla un poco de vinagre y bicarbonato y vierte la mezcla sobre una bayeta. Verás los resultados al instante.

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Hielo

Sí, el hielo es capaz de desincrustar una vitrocerámica muy sucia en cuestión de minutos.

Envuelve el cubito en un paño y pásalo lentamente por la superficie de la vitrocerámica. Verás como la suciedad la irá arrastrando el cubito y lo único que te quedará hacer será pasar una bayeta para retirar la humedad de tu placa.

Ahora que ya sabes como mantener tu vitro perfecta con estos simples y baratos trucos, no tienes excusa para que tus placas se ensucien nunca más.

Con el poder desincrustante del hielo, el quitamanchas del limón y el abrillantador del vinagre y el bicarbonato, parecerá que acabas de comprar una vitrocerámica nueva.