Esto es lo que debes hacer para mantener limpio el suelo durante el mayor tiempo posible

El suelo es una de las partes de la vivienda que más necesita una adecuada limpieza y mantenimiento. La apertura de puertas y ventanas cada día da entrada a la suciedad, aunque no la percibamos como tal. Y no solo eso.

Cuando caminamos sobre cualquier tipo de baldosa o superficie, también se acumula la suciedad que vamos dejando procedente de nuestros zapatos tras regresar de la calle. Además, en el día a día, se pueden caer restos de comida o de objetos que manipulemos.

Por eso, es importante mantener el piso bien aseado, ya que su estado repercute en la limpieza, el bienestar y en los olores del hogar. Aunque hay gente que tiene por costumbre descalzarse o cambiarse de calzado cuando llega de la calle, no todo el mundo tiene la misma costumbre y se pasea por toda la casa tal cual entró por la puerta.

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Tipos de suelo para viviendas

En el mercado hay una amplia variedad de tipos de suelo, que también tienen su reflejo en las viviendas. Algunos de ellos son los siguientes:

Suelos de cerámica

Las baldosas de cerámica tienen bastante resistencia, son antideslizantes y son fáciles de limpiar y también su mantenimiento. Sin embargo, cuando se cae algo sobre el piso de cerámica con gran dureza, las baldosas pueden romperse.

Suelos de madera

La madera da un aspecto acogedor y cálido al hogar, además de una sensación de paz. Su coste es elevado y en muchas ocasiones, se necesita de la ayuda de un profesional para su mantenimiento. Su tratamiento es sensible a la humedad.

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Suelos porcelánicos

Una de las ventajas de los suelos porcelánicos es su alta resistencia y su facilidad para imitar otros materiales como el mármol o la madera. Dada su versatilidad, es adecuado para instalarlo en cualquier estancia de la casa.

Suelos de parqué

El parqué es uno de los tipos de revestimiento para suelos que más se emplean por su acabado, que da luz y calidez en las viviendas. Además, es más barato que instalar de si utilizamos madera maciza. Las láminas se fabrican a partir de madera noble o maciza cortada en forma de tablillas de alrededor un centímetro de grosor.

Suelos de cemento pulido

Desde hace tiempo, el cemento pulido se ha introducido en el interior de las viviendas, no solo en el garaje. Así, se puede ver en cocinas, salones y hasta en baños por su carácter impermeable y antideslizante.

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Trucos caseros para limpiar el suelo

Lo primero que tienes que tener en cuenta es que existen tipos de superficies diferentes y que no todos los productos sirven para utilizarlos en todos los suelos. A la hora de usar cualquier clase de detergente para limpiar el suelo debes leer las indicaciones del fabricante, pues no es lo mismo el cuidado del mármol, la cerámica ni la madera.

Por otro lado, a la hora de limpiar el suelo existe una rutina. Lo primero que tienes que hacer es sacudir las alfombras, aprovechar para limpiar el polvo y las ventas y luego barrer o aspirar antes de fregar el suelo.

Siempre que sea posible, debes lavar los pisos con las ventanas abiertas para facilitar su ventilación y que se sequen lo antes posible.

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A la hora de lavarlos, también es relevante emplear utensilios de limpieza en buen estado, como la fregona (debe estar limpia) y la cantidad de agua precisa (un cubo de cinco litros para una superficie de unos 50 metros cuadrados).

La fregona debes girarla con el mango dentro del agua para que el jabón se remueva y empape bien la fregona. Tras esa acción debes escurrirla bien y pasarla por el suelo desde el fondo de la estancia que vayas a limpiar en dirección a ti, presionando de forma ligera con movimientos de un lado a otro.

Los expertos en limpieza aconsejan emplear, además del detergente habitual, una mezcla a base de agua caliente con limón o con vinagre, lo que imprime a cada habitación un olor fresco y duradero. Así tendrás también pisos desinfectados y relucientes.

Se recomienda aspirar o barrer la casa al menos tres veces por semana y fregar los suelos una vez a la semana.