Santiago

El aeropuerto de Santiago empieza a recibir a los viajeros de los vuelos desviados por el cierre de Peinador

Las obras de asfaltado en la pista del aeródromo vigués trasladan parte de su actividad a Lavacolla

La situación afecta a más de 80.000 pasajeros y a cientos de trabajadores

Un avión aterriza en el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago

Un avión aterriza en el aeropuerto de Lavacolla, en Santiago / Antonio Hernández

El cierre temporal del aeropuerto de Peinador en Vigo hasta el próximo 31 de mayo, debido a las obras de repavimentación, ha generado una situación excepcional que afecta a miles de pasajeros, trabajadores y empresas de la comunidad. Más de 700 vuelos serán desviados desde hoy hacia Santiago al tratarse Lavacolla la alternativa más viable por ser el aeródromo más cercano, intentando paliar así las restricciones que experimentará la movilidad aérea derivadas de esta circunstancia.

De este modo, el aeropuerto de Santiago - Rosalía de Castro se erige como la solución para mantener la conectividad aérea en Galicia durante el cierre de Peinador. Con medidas de adaptación y una estructura operativa sólida, la instalación de Lavacolla está preparada para recibir a los pasajeros desviados y asegurar la continuidad de los servicios aéreos.

Las empresas y otros servicios asociados al aeropuerto de Peinador también están ajustando sus operaciones para hacer frente al cierre temporal. El cierre no solo afectará a más de 80.000 pasajeros entre turistas, empresarios y vigueses, que verán desviados a Santiago sus vuelos. También cientos de trabajadores se han visto obligados a coger vacaciones, días de permiso o incluso ERTEs para una situación que, pese a anunciarse el 31 de julio, no se ha concretado al 100%.

Las aerolíneas que operan en Peinador y otros servicios como los de alquiler de coches buscan ofrecer soluciones a los viajeros afectados, aunque a la hora informar a los usuarios que buscan sus vuelos a través de las páginas web de las compañías, la explicación no es del todo clara en muchas de ellas. Aquellos que deseen volar desde Vigo hasta alguno de los destinos que ofertan estas empresas entre hoy y el 30 de mayo se encontrarán con que pocas ofrecen alguna información sobre el cierre de Peinador.

Información sobre las rutas

La mayoría de las que van a operar desde Lavacolla esas rutas temporalmente tampoco indican la existencia de esta alternativa, sino que únicamente se limitan a señalar que no hay viajes disponibles en esas fechas para el destino deseado. En el caso de Binter, que mantendrá su servicio a Tenerife y Gran Canaria desde el Rosalía de Castro sí informa con el siguiente mensaje: “Aeropuerto Vigo inoperativo del 6 al 30 de mayo. Alternativa aeropuerto de Santiago”.

La ruta insular se verá aumentada este mes con la presencia de la aerolínea canaria, que sumará sus vuelos a los que ya ofertan Vueling y Ryanair. Pero si hay un destino que incrementará especialmente sus frecuencias es el de Madrid, puesto que Air Europa regresará al aeropuerto de Lavacolla por primera vez en años y tendrá cuatro vuelos de ida y otros tantos de vuelta con la capital de España. En total serán unos 200 durante el tiempo que duren las obras tras abandonar en el año 2006 la conexión desde Santiago con Barajas para apostar por A Coruña y Vigo.

El primer avión de Air Europa despegará de Lavacolla a las 8.40 horas, con llegada a Barajas una hora y diez minutos después; y la oferta de la mañana se completa con otra conexión a las 12.35 horas. Por la tarde, habrá otros dos vuelos entre la capital gallega y la del Reino: el primero a las 16.55 y el último a las 21.05 horas. En cuanto a las conexiones de retorno, saldrán de Barajas a las 6.40 horas y 10.40, en la oferta de la mañana; y a las 15.00 y 19.10 horas a la tarde. Todo ello se suma a los vuelos que vienen ofreciendo de manera regular Iberia y Ryanair. Se recupera así una conexión más temprana con Madrid, aunque no tanto como la que existía con la compañía irlandesa a las 6.40 horas y que muchos siguen echando de menos tras ser suprimida.

Transporte de Vigo a Santiago

Cosa distinta será la conectividad con el aeropuerto de Lavacolla ya que la demora en los plazos para licitar el contrato ha llevado al Concello de Vigo a descartar la posibilidad de establecer lanzaderas después de que le alcalde de la ciudad olívica, Abel Caballero, deslizara la idea en un primer momento. “Nuestra intención es dar el máximo de facilidades a la gente para que sigan utilizando el transporte aéreo. Nosotros acometeríamos el coste de las lanzaderas como una cooperación con las empresas, para que operen desde Santiago durante los días de obra”, afirmó cuando se dieron a conocer el cierre de Peinador por las obras.

Posteriormente, Caballero descartó la posibilidad de ofrecer autobuses por desconocer los horarios de los vuelos desviados y afirmó que tendría que haber sido la Xunta de Galicia la que se encargara de prestar ese servicio porque los autobuses pasarían por otros ayuntamientos hasta Santiago. Finalmente, no se produjo ningún acuerdo entre administraciones y los viajeros tendrán que desplazarse hacia Lavacolla por los medios ya existentes. La decisión ha generado malestar en el sector hotelero vigués, que prevé una disminución de al menos el 10% en la facturación y considera que esta solución no satisface las necesidades de la ciudad.

Llegada de los trenes Avril

A partir del 21 de mayo, casi en la recta final de las obras, entrará en juego un nuevo actor, al menos para desplazarse a Madrid, con la llegada de los trenes Avril. Con ellos, Vigo contará con dos AVE al día y se recortará el tiempo de viaje en 16 minutos. Santiago también contará con un tren diario de ida a la capital de España y otro de domingo a viernes, reduciendo el tiempo del recorrido en 18 minutos.

La actuación en la pista de Peinador correrá a cargo de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Padecasa, Infraestructuras Conelsan e Insae Infraestructuras por un importe de 28,582 millones de euros. Las obras tienen un tiempo estimado de ejecución de nueve meses, siendo los próximos 25 días los más críticos al tener que clausurar el tráfico aéreo por completo.