Raxoi sopesa cambiar el uso del edificio previsto para el parque de Bomberos en Salgueiriños

El departamento de María Rozas contrata por 17.000 euros un anteproyecto de reforma para convertirlo en Casa da Mocidade

Indica que siguen defendiendo que no se derribe el inmueble de la Praza do Matadoiro 

Así se encuentra actualmente el edificio previsto para albergar el parque comarcal de Bomberos de Santiago

Javier Rosende Novo

El Concello de Santiago estudia si el esqueleto del edificio del frustrado parque comarcal de Bomberos de Santiago serviría para acoger otros usos distintos. La concellería de Dereitos e Servizos, Sociais, Promoción Económica y Xuventude, acaba de contratar un anteproyecto para determinar si es viable que el inmueble, situado en Salgueiriños, albergue una Casa da Mocidade. El departamento de María Rozas precisa que este movimiento no significa que hayan cambiado de idea con respecto a la Casa da Xuventude, situada en la Praza do Matadoiro, que sus socios de gobierno del BNG quieren derribar mientras que Compostela Aberta siempre apostó por mantener. 

A mediados del mes pasado, el Concello adjudicó el contrato por 17.061 euros, que estipula un plazo de dos meses para realizar el anteproyecto. Pese a que en el documento se indica que la reforma servirá para albergar la Casa da Mocidade, el departamento de María Rozas precisa que la idea es estudiar si la estructura “es aprovechable para un uso diferente al del parque comarcal de Bomberos para el que fue concebido, al tiempo que se estudian otras opciones para este servicio”. Indica además, que este nuevo uso no tendría por qué ser exactamente el que figura en el contrato y que en ningún caso se trataría de sustituir a la polémica Casa da Xuventude, situada en el centro de la ciudad. Compostela Aberta quiere mantenerla para que ese espacio pueda ser usado de manera autogestionada por diferentes colectivos vecinales.

La Casa da Xuventude de Santiago, en la Praza do Matadoiro

La Casa da Xuventude de Santiago, en la Praza do Matadoiro / Antonio Hernández

 El BNG, sin embargo, defendió durante la campaña electoral su derribo y nada más llegar al Gobierno anuló el acuerdo del Ejecutivo de Bugallo para ceder parte del inmueble a la Diputación de A Coruña, que pretendía instalar allí sus oficinas en la ciudad. El movimiento molestó al PSOE local que advirtió que no apoyaría ningún presupuesto del Concello con partidas para demoler la Casa da Xuventude. Las cuentas aprobadas para este año no las incluyen y por el momento desde el Ayuntamiento no han aclarado si van a culminar el derribo, ni cuándo.

Olvidado desde 2006

El estudio sobre posibles usos alternativos para el esqueleto de Salgueiriños llega cuando se ha activado la creación de un parque comarcal de Bomberos que dé servicio a nueve municipios del área de Compostela. El edificio quedó abandonado en el año 2006, por culpa de un sobrecoste de las obras que nunca llegaron a finalizarse. El Ejecutivo de Bugallo había encargado, durante el mandato pasado, un nuevo proyecto para finalizar la obra que estimaba un coste de unos 2,8 millones de euros. La idea era también trasladar a una parcela anexa las dependencias de la Policía Local, que desde hace años se han quedado pequeñas en su actual emplazamiento en el Pazo de Raxoi. 

Pero a mediados de marzo, el concelleiro de Mobilidade, Xan Duro, ya explicó a EL CORREO GALLEGO que todavía no habían decidido si el futuro parque comarcal de Bomberos se ubicaría en Salgueiriños o en otra zona. Duro indicó que el emplazamiento previsto presenta algunos problemas para la salida de los efectivos en caso de incendio. “Hay que estudiar las vías de salida, las vías más rápidas para llegar a los distintos concellos”, aseveró. El edil de Compostela Aberta manifestó que aún no era urgente tomar esta decisión dado que en un primer momento el parque comarcal podría comenzar a funcionar en las instalaciones actuales de Rodríguez de Viguri, próximas a la desaparecida estación de autobuses. En tres años se prevé que la ampliación del edificio administrativo de la Xunta en San Caetano ocupe ese espacio, por lo que para entonces ya debería de haber otro edificio construido. Raxoi estima que el coste de construir un nuevo inmueble para los Bomberos desde cero sería parecido al de acabar el esqueleto de Salgueiriños. 

Sin acuerdo

Por el momento no se ha cerrado el acuerdo a tres bandas —Concello de Santiago, Xunta y Diputación de A Coruña— para formalizar, tras numerosos años de espera, la creación del parque comarcal de Bomberos. Pero en las últimas semanas, las partes parecen mostrar voluntad de alcanzarlo. Su creación es largamente esperada, sobre todo, en los municipios de la comarca. Actualmente en caso de incendio, los efectivos tienen que trasladarse desde Boiro y sólo si corren peligro vidas humanas podrían salir desde Santiago. Pero el proceso tampoco es automático y la central de coordinación del 112 debe autorizarlo. Si los efectivos se marchan de la capital gallega, la dejan sin protección en caso de que surja un nuevo fuego. Para comarcalizar el servicio, el Concello de Santiago calcula que sería preciso incorporar a la plantilla entre 15 y 20 efectivos. Supondrían un gasto anual de entre 650.000 y 800.000 euros. Aunque los bomberos serían funcionarios del Concello de Santiago, el coste de los salarios sería asumido por el Consorcio Comarcal, un ente en el que participan la Diputación y la Xunta. 

Indemnización a la empresa

La concellería de María Rozas asegura que el estudio de posibles nuevos usos para el edificio de Bomberos responde a que “la actuación de Salgueiriños ya supuso un importante gasto de recursos públicos a los que no se quiere renunciar a darle una rentabilidad”. Pese a que en 2006 se detectó un sobrecoste en las obras proyectadas que abocó al abandono del inmueble, el Concello tuvo que hacer un importante desembolso económico. Todo comenzó en 2005, cuando Raxoi adjudicó a Extraco la construcción por 1,8 millones de euros. El Concello debería abonar el 20% de esta cantidad y el resto lo pagaban Xunta y Diputación. Tres años después, un informe jurídico municipal determinó “la imposibilidad de continuar las obras debido a la entidad de los desajustes económicos”, según informó entonces el Ayuntamiento. Se optó por rescindir el contrato. Posteriormente se llegó a un acuerdo para indemnizar a la empresa. 

Pero el dinero pactado nunca fue pagado por parte del Concello por lo que la constructora inició en 2012 un pleito en los tribunales que acabó ganando. En 2016 llegó la sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Santiago que ordenó a Raxoi abonar algo más de un millón de euros por la obra. El fallo fue ratificado posteriormente por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que obligó además a sumar a esta cantidad inicial el IVA. En el mandato de Martiño Noriega hubo que pagar el importe a la empresa. Pero el edificio continuó abandonado deteriorándose en la zona de Salgueiriños hasta el día de hoy.

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