Así quedaría la antigua Casa da Xuventude tras la reforma que propone la Deputación

Incluye oficinas administrativas del ente provincial solo en la planta baja

El primer piso se destinaría al coworking y el segundo, a uso municipal

Tendría un auditorio de 196 m2

El eterno debate sobre el futuro de la antigua Casa da Xuventude parece no tener fin. La Corporación municipal vuelve a estar dividida una legislatura más en torno a la decisión de conservar o derribar el edificio de titularidad municipal ubicado en la Praza do Matadoiro: mientras que el BNG y el PP son partidarios de echar abajo el inmueble, socialistas y Compostela Aberta apuestan por conservarlo.

El último plan para salvarlo lo anunció el anterior alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, de mano de la Deputación de A Coruña. Según recoge el anteproyecto que el ente provincial entregó al gobierno local compostelano, de los 2.500 metros cuadrados que tiene el edificio, 196 m2 se destinarían para un auditorio con aforo de 250 personas, otros 250 metros para un espacio de trabajo y la segunda planta para actividades de diferente naturaleza.

En los planos que firma el arquitecto de la Deputación Daniel Beiras García-Sabell, a los que ha tenido acceso EL CORREO, se distingue en la planta baja un amplio vestíbulo de 181 m2, así como una zona administrativa y de atención al público que gestionaría el ente provincial que suma en torno a 140 m2. También habría una oficina de recaudación de impuestos de 24 m2, un local institucional para la Deputación de 58 m2 y un archivo y almacén de 67 m2. Solo en la planta baja habría servicios del organismo provincial, lo cual el gobierno saliente calificó como positivo, puesto que consideraba que permitiría dinamizar el casco histórico de Santiago con cierta actividad administrativa y movimiento de personas para realizar sus trámites en la administración provincial.

Así quedaría la antigua Casa da Xuventude tras la reforma que propone la Deputación

Planos que firma el arquitecto de la Deputación Daniel Beiras García-Sabell / Cedida

El ejecutivo de Sánchez Bugallo sostenía que, en la práctica, el 80 % del inmueble municipal estaría destinado a usos comunitarios y municipales. Tal y como se desprende de los planos, en la primera planta se habilitaría un espacio de trabajo para un coworking de 109,57 m2. Aunque inicialmente se planteó que este recurso se destinase a proyectos relacionados con el metaverso, al parecer la Deputación estaría abierta ahora a negociar la finalidad del espacio coworking. En esta primera planta también se contempla una sala de juntas de 34 m2, mientras que el resto del espacio se lo llevarían las zonas de descanso, los aseos y el auditorio, que tiene tres plantas de altura desde el bajo de la casa.

La segunda planta sería para uso exclusivamente municipal. Incluye, además de zonas comunes, un espacio de 234 metros cuadrados que se podría destinar a lo que considere el Ayuntamiento de Santiago. Además, también se habilitarían varias oficinas y zonas de descanso, así como un acceso directo al auditorio.

En el convenio que el anterior gabinete formalizó con la administración que preside Valentín González Formoso se contemplaba que la Deputación se haría cargo del 74 % del coste de la rehabilitación del edificio, mientras que el Concello tendría que asumir el 26 % restante. Además, en el acuerdo se recoge que el ente provincial se haría cargo de los costes de mantenimiento y conservación del edificio, asumiendo todos los gastos corrientes durante los próximos 25 años de cesión del inmueble.

El proyecto de reforma propone también bajar la cota de altura del edificio, en la medida que se puede ver en la imagen del frontal que incluye esta información. En todo caso, el aspecto de la fachada principal todavía se podría mejorar con un concurso de ideas. Por otro lado, el anteproyecto en el que trabajaban en la Deputación antes de que la alcaldesa, Goretti Sanmartín, decidiese frenar la iniciativa también contempla la apertura de un acceso desde la praza do Matadoiro hasta el parque de Belvís, con la rehabilitación del regato. Este paso se abriría entre el edificio municipal y la propiedad colindante, sobre el manantial que nace en la propia praza y que sigue su curso hacia el parque de Belvís.

No obstante, la propuesta de la Deputación se encuentra en este momento en stand by, después de que la Alcaldía decidiese frenar el convenio que el anterior ejecutivo firmó casi al finalizar la legislatura con el ente provincial para la rehabilitación. Esta decisión provocó el primer cisma en el seno del bipartito, puesto que el BNG es partidario del derribo de la casa, una promesa que hizo en la campaña electoral, mientras que CA defiende mantenerla en pie. En todo caso, lo que ya comunicó Goretti Sanmartín a la Deputación es que la Casa da Xuventude no albergará de ninguna manera oficinas administrativas del ente provincial, como la de recaudación de tributos de toda la comarca.

Cuestionada por los medios durante el balance de los cien primeros días de mandato, la regidora pidió “un pouco de tempo” para analizar “cal vai ser” la hoja de ruta en esta cuestión: “O que fixemos foi dar marcha atrás no convenio coa Deputación porque ambas forzas coincidimos en que ese non é un espazo para acoller oficinas, e agora estamos estudando internamente e pedindo información para ver cales son os procesos para seguir adiante”, dijo.

Tanto la regidora como María Rozas quisieron sacarle hierro a las diferencias que existen entre el BNG y CA sobre el futuro de la casa, al tiempo que aseguraron que el bipartito funciona “unido” y que las posturas relativas a la Casa da Xuventude de cada organización ya eran conocidas antes de las elecciones. El PP sigue defendiendo su postura en cuanto al derribo y apuesta por ejecutarlo.

Por su parte, el Partido Socialista de Santiago ya ha advertido al bipartito que no tendrá su apoyo a la hora de aprobar los presupuestos municipales si se ejecuta el derribo de la antigua Casa da Xuventude.