Francia, con el doble de inflación que España, topará los precios de los alimentos básicos tras alcanzar un acuerdo con los grandes supermercados. Será cada cadena quien decida qué productos limitarán sus precios y cuántos se acogen a esta rebaja que recortará los beneficios de los distribuidores. Esta medida, que ya planteó en su día la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz y que han defendido desde hace meses en Unidas Podemos, ha sido acogida con interés por el Gobierno español, que pide al sector de la gran distribución que les haga propuestas.