En la arena apenas hay marisco y el que hay no da la talla. El aumento de la temperatura del mar y el agua dulce de las precipitaciones que disminuye la salinidad son letales para el marisco, aunque aseguran que hay más factores. Este otoño lo perdieron casi todo, la Xunta de Galicia les concedió una primera ayuda de 500 euros. Ellas solicitan más, pero también un margen de tiempo para poder regenerar ellas mismas la playa.