A caballo desde Lalín hasta la ciudad de Shandong, en China. Esta es la insólita historia que protagoniza Zhixian Xu, más conocido como "Unás", un joven ingeniero chino, de 35 años de edad, junto a Furion, el corcel, un pura raza árabe de 6 años, que compró en Galicia con parte de sus ahorros.

Quienes conocen a este aventurero lo definen como un Quijote en busca de sus sueños. Un reto que surge como un impulso vital, que ni el propio Unás sabe explicar. Javier Blanco, hoy amigo de Unás, es el hombre que le vendió a Furion, por 2.500 euros, en Lalín y le tuvo que enseñar a monta. Con una bandera de Galicia y su concha de peregrino siempre al cuello, Unás ha recorrido doce países en Europa.

Su ruta ha estado cargada de hospitalidad pero también de dificultades para planificarla, resistir a las inclemencias del tiempo y poder cubrir las necesidades del equino. Con un abrupto final en Bulgaria, a las puertas de la frontera con Turquía. Allí, a mediados de abril, Furion sufría un accidente con un coche que le fracturaba una de sus patas traseras. Desde entonces, salvar su vida se ha convertido en el siguiente objetivo de Unás que, mediante la ayuda colectiva, ha logrado trasladarle a París para que sea intervenido y evitar su sacrificio. El desembolso ha sido de 20.000 euros que está cubriendo mediante micromecenazgo a través de una cuenta que publica en su perfil de Instagram.

La aventura "ya ha terminado", pero continuará, nos confirma desde París, "con la compra de una o dos hectáreas en China" para darle a Furion la vida que merece. El epílogo a una historia de aventura, amistad y amor por el bienestar de su corcel.