La escena se repite: jóvenes que se lanzan al mar desde Marruecos para llegar a Ceuta nadando. Se quedan a merced de las olas, y llegan agotados. Son sirios, marroquíes y argelinos. En las últimas 48 horas, han llegado más de cien. Bordean a nado los espigones del Tarajal y Benzú que les permiten entrar a España por Ceuta, desafiando incluso al temporal. La desesperación puede más que el riesgo y exhaustos se dejan caer sobre las rocas antes de alcanzar la costa española. Una veintena de menores han sido trasladados al centro de acogida temporal que ya duplica su capacidad.