El accidente de Angrois, conocido con este nombre por el lugar en el que descarriló un tren Renfe Alvia, se produjo el miércoles 24 de julio de 2013 cuando el tren, que viajaba de Madrid a Ferrol, se salió de los carriles en la curva de A Grandeira.

El Talgo Serie 730 de Renfe circulaba a 191 km/h cuando entró en la curva, duplicando la velocidad máxima de 80 km/h. De las 224 personas que iban en su interior, 144 resultaron heridas y 80 fallecieron. En octubre de 2022 comenzó el juicio en las instalaciones de la Cidade da Cultura de Galicia debido al alto número de partes personadas. Durante el juicio declararon el maquinista, Francisco José Garzón, el exdirector de Seguridad en la Circulación de ADIF, Andrés Cortabitarte, encargados de seguridad de la propietaria de la infraestructura y numerosos policías y víctimas. La jueza encargada ha sido Elena Fernández Currás, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela.

Ha sido uno de los accidentes ferroviarios más graves de España, sólo superado por la catástrofe de Torre del Bierzo (León), ocurrida en 1944.