¿Sabías que… en la Rúa do Franco, en las proximidades del Colegio de Fonseca, existe una capilla de mediados del siglo XVII, la Capilla del Apóstol, que recuerda el lugar donde la leyenda cree que se detuvo el carro con los restos de Santiago y donde iban a permanecer por un tiempo antes de encontrar asiento definitivo en la Basílica? Prácticamente desapercibida en la actualidad, en su momento gozó de gran devoción y los fieles con frecuencia desbordaban un aforo que la calle se encargaba de recoger. A su lado, había una fuente, que aún existe, donde los enfermos bebían confiados en posibles beneficios curativos; recordando la tradición, en este sentido, la milagrosa recuperación de la vista que allí había tenido el maleante, disoluto y pendenciero, San Franco de Siena.