"Detrás están las mafias, que ocupan pisos para luego revenderlos o realquilarlos a terceros", sentencian desde una inmobiliaria legal, Don Piso. En los videos que inundan las redes sociales, los supuestos propietarios animan a hacerse con estos pisos. Indican si tienen o no luz y agua; si ya se han identificado ante la policía; e incluso hay quien pregunta por otras zonas, como si fuera una ocupación a la carta. En realidad, estamos ante estafadores que juegan con el hastío de los propietarios, inmersos en procesos judiciales, y con la desesperación por una vivienda. Se aprovechan de gente necesitada porque sus precios no tienen competencia en el mercado legal.