Llegas a casa tras una larga jornada de trabajo y en cuanto pillas el sofá coges lo primero que ves en la nevera porque no tienes ganas de cocinar. Una vez te zampas el bocadillo, decides quedarte un rato viendo la tele y el cuerpo te pide picar algo. Te levantas a la cocina a por un paquete de galletas para coger dos o tres... y cuando te das cuenta van 10 o 15. ¿Te suena?