Los jóvenes viven tan pegados a las redes sociales que la mayoría están saturados y necesitan desconectarse. Es lo que se desprende de un estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). Este uso excesivo de la tecnología conlleva también muchos peligros. Lo que más les preocupa, a 4 de cada 10 jóvenes, es ser víctimas de estafas y la difusión de vídeos sexuales sin su consentimiento, algo que le ha ocurrido a casi el 20 por ciento de los jóvenes. Otro dato preocupante: el 40% de los jóvenes navega sin control de un adulto y sin formación sobre los riesgos.