El comandante se dispone a simular un vuelo más que complicado. El avión cae en las mismas condiciones que el que volaba hacia Singapur. Cae durante tres minutos a dos mil pies por minuto. Y el piloto se entrena para tratar de controlar el alabeo del aparato hasta estabilizarse. En la cabina de pasajeros, la situación es de máximo peligro. El avión va a descender violentamente y el pasajero, al no tener sujeción, va a subir hasta el techo hasta que el avión se estabilice, momento en el que los pasajeros caerán de golpe al suelo. De ahí la importancia del cinturón.